El cuerpo de Satao II fue encontrado durante una rutina aérea de reconocimiento por el Servicio Keniano de Vida Salvaje (KWS) en las inmediaciones del río Voi, en el Parque Nacional Tsavo East, informó Tsavo Trust, un grupo conservacionista sin ánimo de lucro que colabora con el manejo del parque.

Por ahora no se conocen las causas de la muerte del animal, pero el grupo sospecha que una flecha envenenada pudo haber sido la causante de la pérdida, que ocurrió mientras Satao se estaba alimentando en la región oriental del parque, precisa National Geographic.

Este tipo de elefantes es especialmente apetecido por los cazadores debido a los enormes colmillos que tienen y que pueden llegar a pesar más de 45 kilos cada uno, añade Independent. Sin embargo, el cuerpo de Satao II fue encontrado con sus dientes intactos.

Aunque esta es una pérdida muy triste, podemos sacar algo positivo en el hecho de que el cadáver de Satao II fue hallado con el marfil intacto y se recuperó antes de que pudiera terminar en manos equivocadas y llegar a alimentar el mercado ilegal de marfil”, dijo un miembro de KWS.

Según Nat Geo, se estima que en África quedan solo 25 elefantes de este tipo, y solo 10 de ellos pudieron ser vistos por Tsavo Trust el pasado mes de enero. Satao II tenía aproximadamente 50 años y era uno de los animales más queridos del parque en el que vivía.