Y es que la normalización de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela venía siendo cosa anunciada incluso desde la campaña presidencial, por lo que la casi inmediata no causó sorpresa.
Sin embargo, algunos sectores políticos quizá no esperaban que las cosas escalaran tan rápido, al punto en que ya hay embajadores reinstalados en ambos países y el presidente Gustavo Petro pidió que Nicolás Maduro sea garante en el proceso de paz con el Eln.
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De acuerdo con Blu Radio, algunos congresistas no se sienten a gusto con el reinicio inmediato de las negociaciones de paz y también sienten que la normalización va en contra de sus manifestaciones de condena contra el régimen.
La emisora habla de al menos dos senadores. Uno sería el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, quien lamentó la cercanía del gobierno Petro con gobiernos criticados por violar derechos humanos.
Algo parecido argumenta el republicano Marco Rubio, quien incluso dijo que teme que el tema tenga algún impacto en las relaciones de Estados Unidos con Colombia.
Aunque por ahora la situación parece suficientemente flexible como para no tensionar las relaciones de Colombia con ninguno de los dos países, el medio señala que la ineficiencia de las medidas contra el régimen de Maduro podría llevar al gobierno estadounidense a contemplar sanciones más duras, en cuyo caso el equilibrio podría alterarse.
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