“El gobierno imperialista de Estados Unidos ordenó este ataque en el momento en que, desesperados, veían que todos sus intentos de dañar a Venezuela son infructuosos”, dijo el dictador en su alocución, en medio de palabras atropelladas y sin su conocido intento por tener sentido del humor.
Luego, Maduro hizo un llamado a la gente para que acompañe a los técnicos que, según él, tratan de solucionar el problema en el suministro de energía: “Llamo a la solidaridad en todas las estaciones, subestaciones y sedes de Corpoelec; llamo al pueblo a acercarse, a atenderlos, a llevarles un cafecito, a llevarles una arepita”, dijo Maduro, a lo que algunos de los usuarios de Facebook que veían la transmisión respondieron que si no tienen ni para ellos, no hay forma de que les lleven un café o una arepa.
Finalmente, el líder del régimen explicó que llevaban 24 horas consecutivas de avances para restablecer el servicio de energía en el país y prometió que lo haría el miércoles (pasado mañana), y fue en ese momento en el que quedó en evidencia que el discurso había sido grabado el lunes.
Precisamente, aplazó el regreso a sus labores de empleados públicos y estudiantes hasta el miércoles.
Maduro también dijo que se había logrado energizar a ciertos estados y ciudades pero que debido a “nuevos ataques”, tales zonas se habían vuelto a desenergizar.
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