Esa fue la respuesta de Maduro a la pregunta de una periodista de la BBC cuando le preguntó por qué no permite el paso de la ayuda humanitaria que está en el centro de acopio de Cúcuta.

Además, dice que Estados Unidos quiere montar “una crisis humanitaria para justificar una intervención militar” y por eso no quiere “las migajas que ellos pretenden traer”. Y agregó:

“Una comida intoxicada de sobra que tienen. Venezuela produce y trabaja, y nuestro pueblo no necesita ser mendigo de nadie. [..] Llevamos muchos años en una lucha exitosa por reducir la pobreza y la miseria, elevar la calidad del empleo, por proteger a nuestros pensionados, por establecer un sistema de salud pública y una educación que llega a más del 90% de nuestros niños y niñas”.

También dijo que los problemas de Venezuela son un “estereotipo” que muestran en los medios porque, según él, su país solo tiene un 4,4% de pobreza extrema y que el suyo “no es un país de hambruna”.

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Entre tanto, sobre la polémica de los 5.000 soldados en Colombia, dijo que Estados Unidos podría poner un millón si quisiera, y también aviones o tanques, desde que fuera dentro del país, y sobre una confrontación solo señaló que Venezuela se defenderá.

Maduro indicó también que los países de la región lo critican porque “algunos gobiernos de extrema derecha han llegado al frente”, como en Colombia, Chile y Argentina.

Por otro lado, sobre la crisis migratoria y los más de 3 millones de personas que han abandonado Venezuela se defendió diciendo que su país recibe migrantes:

Tenemos 5.800.000 colombianos, que ha migrado por la guerra, por la violación de derechos humanos, por la miseria. Tenemos más de 300.000 italianos, más de 300.000 portugueses, más de 300.000 españoles, más de 300.000 ecuatorianos, más de un millón de árabes. Superan los 10 millones los inmigrantes que vienen todos los años a Venezuela”.

Maduro continúa recibiendo presiones internacionales para convocar elecciones presidenciales mientras más de 40 países han reconocido al líder opositor Juan Guaidó.

El pasado 23 de enero Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela, se proclamó presidente encargado del país.

Maduro, que cuenta con el apoyo del Ejército Venezolano y de Rusia y China, ha insistido en que no ve la necesidad de un adelanto electoral.