De acuerdo con el Daily Mail, el can llegó al hospital Wuhan Taikang con su dueño el pasado mes de febrero, el momento más crítico en China por el coronavirus.

Aunque el hombre murió 5 días después de que ingresó al centro médico por las complicaciones derivadas por el COVID-19, el perro se mantuvo en ese lugar, con la esperanza de reencontrarse con su amo.

Al verlo todos los días en la puerta del hospital, los trabajadores de la salud empezaron a alimentar al animal y luego, cuando las autoridades de la ciudad permitieron reabrir los negocios, una mujer se hizo a cargo de los cuidados del perro, indica el mismo medio.

Wu Cuifen, una mujer que atiende el supermercado en el primer piso del edificio donde está el hospital, reabrió el local y alimentó al can durante esos meses, hasta que le cogió cariño.

Lee También

“Me dijeron que el dueño fue ingresado al hospital por coronavirus. Luego falleció, pero Xiao Bao (como empezó a llamar al perro) no lo sabía y se quedó en el hospital esperándolo. Nunca se fue. Fue increíblemente conmovedor, y muy leal. Me familiaricé y más tarde lo traje a la tienda. Cada mañana cuando abría, Xiao Bao estaba allí esperándome. Me despedía al final de cada día”, contó la mujer, citada por el rotativo inglés.

Cuifen agregó que en un inicio llevó al perro lejos del hospital, pero que siempre volvía para reencontrarse con su amo, por lo que desistió de esa idea.

Sin embargo, el pasado 20 de mayo, varios empleados del hospital recibieron quejas por parte de los pacientes, quienes veían a Xiao Bao caminaba por los pasillos del lugar, detalla Daily Mail.

Por ello, las autoridades del centro médico se comunicaron con la Asociación de Protección de Pequeños Animales de Wuhan, donde recibieron a Xiao Bao y lo esterilizaron, mientras les llegan muchas solicitudes para adoptarlo, luego de conocer la conmovedora historia.