Según esa agencia, que cita fuentes anónimas, la salud del activista se ha deteriorado en los últimos meses.

La semana pasada, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, indicó que buscaba una salida para Assange mediante consultas con sus asesores legales y el Gobierno británico.

A su vez, el ministro ecuatoriano de Exteriores, José Valencia, en declaraciones a la prensa española, remarcó que el asilo de Assange no podía prolongarse eternamente.

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Assange, que permanece incomunicado desde el 28 de marzo, se refugió en la sede ecuatoriana tras perder todas las apelaciones contra su extradición que Reino Unido se aprestaba a cumplir, accediendo al pedido de la Fiscalía sueca que lo requería para juzgarlo por presuntos delitos sexuales.

El también periodista rechazaba su extradición alegando que Suecia lo entregaría a Estados Unidos, donde podría enfrentar la pena de muerte por haber publicado miles de documentos secretos que destaparon las atrocidades del Ejército estadounidense en Irak y Afganistán.

El informático tiene una causa pendiente con la justicia del Reino Unido por incumplir las condiciones de su libertad provisional y refugiarse en la embajada de Ecuador.