RFI (Radio France Internationale) - radio francesa de actualidad, difundida a escala mundial en francés y en 15 idiomas más*, mediante 156 repetidores de FM en ondas medias y cortas en una treintena de satélites a destino de los cinco continentes, en Internet y en aplicaciones conectadas, que cuenta con más de 2.000 radios asociadas que emiten sus progra...
El jueves 3 de julio empezó el juicio contra el ex primer ministro José Sócrates. Se trata de un hecho inédito en la historia del país: nunca antes un ex jefe de Gobierno había sido juzgado por corrupción. El caso, apodado “Operación Marquês”, destaca por la amplitud de la investigación —más de diez años— y por su repercusión mediática. José Sócrates, acusado de 22 delitos, es el principal imputado de este largo juicio, en el que se prevé que declaren unos 650 testigos.
Por Marie-Lyne Darcy, corresponsal de RFI en Lisboa
Todo comienza en noviembre de 2014, cuando José Sócrates, jefe del Gobierno socialista entre 2005 y 2011, fue detenido al bajar de un avión procedente de París, ante la mirada atónita de miles de espectadores. Las cadenas de televisión habían sido avisadas con antelación. Ese mismo día también fueron detenidos Carlos Santos Silva, un allegado de Sócrates, y João Perna, el chofer del antiguo primer ministro.
Ambos son piezas clave en este caso, ya que están acusados de haber servido de intermediarios en el presunto sistema de corrupción establecido por José Sócrates. Para la fiscalía, las cosas están claras: los 34 millones de euros que el empresario Carlos Santos Silva tiene en Suiza pertenecen en realidad a Sócrates y proceden de la corrupción.




Diez años de juicio
La justicia portuguesa es conocida por su lentitud. Pero la defensa de José Sócrates también es responsable de la interminable duración del proceso. Ha multiplicado los recursos y los argumentos jurídicos para ralentizar el avance del caso.
Desde su detención, en noviembre de 2014, Sócrates permaneció encarcelado durante varios meses, sin que se presentara ninguna acusación formal contra él. Dos días antes de su comparecencia ante el tribunal de Lisboa, el jueves 3 de julio, presentó un último recurso ante el Tribunal Europeo. Y desde el comienzo de la audiencia, volvió a intentar que se suspendiera el juicio.
Sospechas de blanqueo de capitales
El ex primer ministro posee un apartamento valorado en tres millones de euros en París, donde se trasladó para estudiar filosofía en La Sorbona tras su dimisión en 2011. Su estilo de vida, sus alardes, sus declaraciones y su supuesta precariedad —afirmando que vive gracias a la generosidad de su madre y su exmujer— han causado escándalo. Este dinero, cuyo origen parecía salir de la nada, en realidad provendría de deudas contraídas por empresarios a quienes Sócrates habría dado discretamente buenos consejos financieros y económicos.
Junto a él, en este largo juicio, se juzga a otras 21 personas, entre ellas Ricardo Salgado, ex director del banco Espírito Santo, hoy disuelto. En total, se han presentado 117 cargos: fraude, blanqueo de capitales y corrupción. Veintidós de ellos afectan directamente a José Sócrates.
El expediente, de varios miles de páginas, cuenta con 650 testigos. Las audiencias se celebrarán a razón de tres sesiones por semana. Sin embargo, la justicia suspenderá sus trabajos el 16 de julio por las vacaciones de verano. Por lo tanto, habrá que esperar hasta septiembre para conocer el desenlace, al menos provisional, de este largo juicio.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO