La iglesia Juan 3:16, ubicado en el centro del Bronx, se unió esta semana a otros centros religiosos como uno de los lugares para la detección del COVID-19, principalmente en las comunidades latinas y afroamericanas de esa zona de la ciudad.

Durante una semana, la compañía de servicios médicos Northwell Health realizará cientos de pruebas en esta parroquia como parte de una iniciativa liderada por el gobernador de ese estado, Andrew Cuomo.

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“Vengan a hacerse las pruebas, son gratis”, manifestó un joven reverendo, con tapabocas y guantes como es exigido, mientras distribuía un panfleto a cada transeúnte que pasaba frente a la parroquia.

A pesar de que los condados de Queens y Brookyn aportan el mayor número de casos positivos de Nueva York, el Bronx, donde viven una gran cantidad de latinos, también ha sido duramente golpeado por la pandemia.

“Nuestro deseo es ayudar a la comunidad durante esta emergencia. Estamos ofreciendo dos pruebas, la del COVID-19 para aquellos que tienen síntomas o posiblemente están pasando por el virus, y la de anticuerpos para aquellos que posiblemente han tenido el virus”, afirmó el reverendo Roberto López, a cargo de la Juan 3:16.

Dos iglesias, por otro lado, una en Elmhurst (Queens) y otra en el centro de Manhattan, han reportado al menos 100 muertes entre sus miembros, a quienes ni siquiera pudieron darles su último adiós porque las medidas de seguridad lo impiden.

Debido a la pandemia, muchos centros religiosos de esa ciudad se han convertido en más que un refugio para el espíritu de sus feligreses, ya que ofrecen alimentos a los desempleados y dan hospedaje  a los inmigrantes.