El sujeto salió a tomarse unos tragos el sábado en la noche y la fiesta se le salió de control. Se despertó al día siguiente a las 11 de la mañana encerrado en un lugar que no conocía.

No se acordaba de nada de lo que había pasado y, por supuesto, se asustó. Por eso, optó por llamar a la policía a pedir que lo rescataran, informa El Huffington Post.

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Las autoridades procedieron: a través del GPS, localizaron al hombre en el baño del bar en el que había estado de parranda. Unas horas después, a las 3:30 de la tarde, el perdido ya estaba de vuelta en su casa, agrega el portal 20 minutos.

La policía aprovechó semejante historia para hacerles una recomendación a todas las personas que se van de fiesta: “Hay que beber con moderación”.