Según información del medio Frontiers Science News, un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, lograron que un hombre que llevaba 30 años sin poder utilizar los dedos de la mano, por tener movilidad limitada en la parte superior de su cuerpo, fuera capaz de controlar dos brazos robóticos mediante señales provenientes de su cerebro.

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Tras 15 años de investigación en diversas disciplinas como la ciencia neuronal, la robótica y la informática, los investigadores desarrollaron un sistema robótico con el propósito de que lo empleara, con un aporte mental mínimo, una persona que esté parcialmente paralizada.

De acuerdo con los responsables del estudio, por medio de una matriz de microelectrodos implantados en las regiones de la corteza motora del cerebro se obtuvieron las señales neuronales del paciente.

Posteriormente, estas señales fueron codificadas a través de una interfaz cerebro-computadora (BMI, por sus siglas en inglés), para generar los comandos necesarios para manipular y coordinar las dos extremidades robóticas, esto fue lo que permitió a la persona cortar alimentos para poder comerlos por sí misma.

“Este enfoque de control compartido pretende aprovechar las capacidades intrínsecas de la interfaz cerebro-máquina y el sistema robótico, creando un entorno de ‘lo mejor de ambos mundos’ donde el usuario puede personalizar el comportamiento de una prótesis inteligente”, dijo Francesco Tenore, autor principal del experimento.

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Habrán más experimentos de este tipo

Según Radio Santa Fe, se utilizará la estimulación sensorial en próximas pruebas del sistema robótico, ya que, en investigaciones anteriores se pudo observar que las personas con amputaciones a las que se les aplicó esta técnica no solo pudieron percibir su extremidad faltante, sino también usar señales neuronales para controlar sus prótesis.

“Esta investigación es un gran ejemplo de esta filosofía en la que sabíamos que teníamos todas las herramientas para demostrar esta compleja actividad bimanual de la vida diaria que las personas sin discapacidad dan por sentado”, dijo Francesco Tenore.