Cuando su esposa tenía 6 o 7 meses de gestación, el agresor –identificado como Pannalal, de 43 años– le dijo que abortara porque no quería más hijas; al recibir la negativa de la mujer, la atacó con la herramienta de agricultura, informa el Times of India, que añade que la herida no alcanzó a dañar al feto pero sí dejó a la madre en delicado estado de salud.

El ataque contra Annita Devi, residente de la municipalidad de Nekpur, en la provincia norteña de Uttar Pradesh, ocurrió el sábado 19 de septiembre en la noche y la dejó con un abundante sangrado y algunos daños en los intestinos, recoge el medio; fue trasladada a un hospital en la capital Nueva Delhi, donde intentan salvarle la vida para que continúe con su embarazo.

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Uno de los hermanos de la víctima, citado por el diario indio, dijo que por lo general Pannalal maltrataba físicamente a Annita, pero que nunca imaginó que las agresiones llegaran a este punto.

Según la cadena local NDTV, la versión de los familiares de la víctima –acerca de los motivos del ataque (para conocer el sexo del bebé) y de que habría sido motivado por lo que ‘predijo’ un líder espiritual– fue confirmada por la policía local y habría sido el mismo atacante quien reveló tales detalles.

Pravin Singh Chauhan, un alto mando de la policía de la ciudad de Nepkur, donde vive la víctima de 35 años de edad, dijo que “el atacante fue arrestado” y confirmó que la mujer estaba en los últimos meses de embarazo.

La noticia no pasó desapercibida en este lado del mundo y la revista Newsweek la reportó; adicionalmente, citó un estudio del Centro Asiático de Derechos Humanos, que asegura que India es uno de los países con el número más alto de feticidios del planeta, que obedecen a que los jefes del hogar por lo general prefieren el nacimiento de niños sobre el de niñas.