Días después de afirmar que las autoridades de Perú son “como nazis que marchan contra su propio pueblo”, este martes la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de ese país aprobó una moción para declarar al mandatario colombiano como persona “non grata”. Lo anterior, implicaría limitaciones para el presidente Gustavo Petro, a la hora de ingresar a territorio peruano.

El pasado viernes, el presidente aseguró que la Policía Nacional de Perú (PNP) “marcha como nazis”, lo que supone una ruptura de la Convención Americana de Derechos Humanos. Lo anterior, ante el despliegue de las autoridades en el Centro Histórico de Lima ante las marchas y manifestaciones en oposición al gobierno de la presidenta Dina Boluarte.

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Según la Comisión de Relaciones Exteriores, las declaraciones del jefe de Estado son “inaceptables”, por lo que sometió a votación la declaratoria de persona non grata: 13 congresistas votaron a favor de esa moción, ninguno se pronunció en contra y hubo tres abstenciones.

“Esas gravitantes declaraciones se hicieron el mismo día que siete policías fueron asesinatos en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Marañón (Vraem)”, señaló la moción, que también alertó que lo dicho por el presidente afecta la soberanía de Perú e inclusive, perjudica a la comunidad judía.

En enero pasado, el Ministerio de Exteriores de Perú remitió una nota diplomática de protesta a Colombia por las declaraciones del presidente, Gustavo Petro, criticando la operación de las fuerzas de seguridad peruanas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), en Lima.

Las protestas en Perú, que estallaron un día después de que la presidenta asumiera el cargo el pasado 7 de diciembre, han dejado un saldo de 48 civiles y un policía muertos.

En las manifestaciones se reclama la renuncia de Boluarte -que reemplazó en el cargo al destituido presidente Pedro Castillo-, el cierre del Congreso y la convocatoria a elecciones generales y a una Asamblea Constituyente.

Tras un pico de movilizaciones a mediados de enero, el clamor callejero ha amainado en la última semana, con convocatorias menos nutridas y un menor número de carreteras bloqueadas por manifestantes.