El presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó llamó a las manifestaciones en la tarde, coincidiendo con la hora en que comenzó el jueves, poco antes de las 17 locales, el peor corte de electricidad en este país de 30 millones de habitantes.

“Todos a la calle a gritar con brío que muera la opresión”, llamó la noche del lunes en Twitter el joven jefe parlamentario, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos.

La emergencia, que afecta a Caracas y a 22 de los 23 estados, mantiene intermitente el servicio en varios sectores, aunque hay zonas del interior sin luz desde el pasado jueves.

“Aquí no ha llegado nada. Seguimos a oscuras, durmiendo en hamacas o en colchones en la calle”, dijo Roxana Peña, de 27 años, quien vive cerca de la ciudad petrolera Maracaibo (noreste), donde el calor acelera la pérdida de alimentos.

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El apagón colapsó el suministro de agua, ya de por sí deficitario, porque las bombas de los tanques requieren energía para funcionar. Ante ello, muchos intentan aprovisionarse en supermercados o fuentes naturales.

En Caracas, en una medida desesperada, un grupo de personas bajó al canal del contaminado río Guaire para recoger agua en una bocatoma ubicada a un costado. “Tenemos la garganta seca”, gritaron a militares que los desalojaron.

Algunos no tienen más remedio que pagar en dólares o esperar por los camiones surtidores de agua que envió Maduro a barrios populares o contrataron alcaldías opositoras.