Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, hicieron el macabro hallazgo mientras hacían controles en la comarca La Litera, en la mencionada provincia, cuando encontraron dos cabras muertas a la intemperie. Allí mismo, hallaron dentro de una cabaña cerca de 380 ejemplares, de los cuales 346 estaban muertos, informa El País. Arturo Notívoli, del nombrado servicio, dijo:
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Si se extrapola la imagen al mundo animal, aquello era un campo de exterminio, con cientos de cabras muertas, otras agonizando, animales famélicos a los que se les notaban todas las costillas, cabritillos de tres semanas junto a los cuerpos de sus madres…”.
Luego del impresionante descubrimiento, la Guardia Civil le pidió ayuda al gobierno de Aragón para que se ocupara de los cadáveres de los animales, y que se encargara de las cabras que habían quedado vivas. Sin embargo, 10 de ellas murieron en los días siguientes, precisa Público.
Según la Seprona, la mujer podría ser una estafadora, y esta no sería la primera vez que habría cometido un acto similar.
Sospechamos que no era la primera vez que lo hacía. En la primavera de 2016, denunció el robo de 200 cabras y no nos cuadra. Investigamos si se trata de una denuncia falsa para cobrar el seguro. Ahora, quería presuntamente repetir la operación pero no le dio tiempo a deshacerse de los cadáveres porque tenía el tractor averiado”, añadió Notívali.
La propietaria de la granja, una mujer de 47 años, fue detenida, pero quedó en libertad con cargos luego de presentarse en el Juzgado número 1 de Monzón, en calidad de presunta autora del delito de maltrato animal agravado. En caso de ser hallada culpable, podría enfrentar una pena de hasta año y medio de prisión.
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