Cuando la granjera tomaba los huevos, el animal la picoteó en una pierna para defender su territorio, con la mala suerte de que lo hizo justo en una vena varicosa.
Esto le causó hemorragia y colapso vascular a la mujer, que murió desangrada al no ser atendida oportunamente, indicó el patólogo Roger Byard, de la Universidad de Adelaida, citado por el informativo ABC.
La autopsia que determinó el diagnóstico de muerte por sangrado de venas varicosas, se basó en las dos pequeñas lasceraciones de la parte inferior de su pierna izquierda de la mujer.
El caso adquirió mayor notoriedad pues la comunidad científica busca centrar un precedente con ello para advertir sobre la potencial peligrosidad de las venas varicosas, aquellas torcidas e inflamadas de las que sufren frecuentemente las personas mayores.
Aunque los ataques de aves de corral son muy raros, Byard advirtió a ABC que los peligros también están en los hogares, donde simples golpes con muebles podrían generar complicaciones vasculares.
Por ahora se desconoce qué suerte corrió el gallo que protegía el corral.
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