Las operaciones de socorro, el salvamento de vidas y las evacuaciones son una carrera contrarreloj“, declaró Shinzo Abe durante una reunión de crisis con los primeros ministros, mientras que el portavoz del gobierno anunció que el balance era ya de 48 muertos, si bien este podría agravarse pues la lluvia continúa azotando varias regiones ya muy afectadas.

Un centenar de habitantes de las regiones más afectadas resultaron heridos, según la Agencia de gestión de incendios y de catástrofes naturales.

Se mantuvo el estado de alerta máxima para tres provincias del oeste (Kochi, Ehime y Gifu).

Unas 200 personas, incluyendo bebés y personas ancianas, se vieron atrapadas en un hospital de Kurahiski, en la prefectura de Okayama, cuando el agua de un río cercano se desbordó.

Cortaron la electricidad y el suministro de agua, nos enfrentamos a escasez de agua y de alimentos“, explicó por teléfono a la cadena de televisión pública NHK una enfermera de ese establecimiento.

Es una situación anormal frente a un peligro inminente, no se acerquen a las zonas de riesgo, manténganse alerta“, insistió un responsable de la agencia meteorológica, Yasushi Kajiwara, en una rueda de prensa.

En la ciudad de Mihara, en el sur de la región de Hiroshima, las carreteras se habían convertido en ríos de barro, salpicados de vehículos medio inundados.

Las lluvias causaron crecidas excepcionales, deslizamientos de tierra e inundaciones, dejando atrapados a numerosos habitantes, a pesar de las órdenes de evacuación de las autoridades locales para más de 2 millones de personas de personas, según informaron las autoridades.

Unos 54.000 integrantes de los equipos de bomberos, de la policía y de las Fuerzas de Autodefensa (nombre del ejército japonés) fueron desplegados en las zonas afectadas, “haciendo lo máximo para salvar vidas”, subrayó Abe, pero afrontan grandes dificultades por los problemas de acceso en algunos lugares de zonas de campos.

Los equipos de emergencia por su parte intentaban salvar a vecinos refugiados en los tejados de sus casas.

Muchos pidieron ayuda a través de las redes sociales, escribiendo su dirección postal.

Los niños no pueden subir al techo. La temperatura de mi cuerpo bajó. Rescátennos rápido. Ayuda“, pidió una mujer por Twitter desde Kurashiki, al publicar una foto de una habitación medio inundada y describiendo que el agua ya estaba entrando al segundo piso de su casa.

El gobierno, que el domingo puso en marcha un “cuartel general de gestión del desastre”, calificó la situación de “extremadamente grave”.