Para paliar los efectos económicos del coronavirus, Macron prometió una garantía de 300.000 millones de euros para préstamos bancarios a empresas a las que urgió a “adaptar su organización para respetar las medidas de protección”.

Se trata, detalló, de “un dispositivo excepcional de aplazamiento de cargas fiscales y sociales, de apoyo o prórroga de vencimientos bancarios y de garantías del Estado por un importe de 300.000 millones de euros para todos los préstamos bancarios contraídos con los bancos”.

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Prometió también que el Estado francés ayudará a las empresas que estén en riesgo de quiebra por el coronavirus. “Las que enfrentan dificultades no tendrán nada que pagar, ni los impuestos, ni las cotizaciones sociales“, destacó en su discurso, refiriéndose también a la “suspensión de las facturas de agua, gas o electricidad y a los alquileres”.

Por otra parte, Macron anunció también el aplazamiento de la segunda vuelta de las elecciones municipales, previstas para el domingo, tras una primera ronda marcada por una abstención histórica.

“Esta decisión fue aceptada unánimemente” por todos los líderes de los partidos, indicó el presidente francés, que no dio fechas, aunque con anterioridad, su primer ministro, Edouard Philippe, había propuesto aplazarlas hasta el 21 de junio.

En un momento en que el mundo entero se atrinchera ante la pandemia, el presidente francés anunció que la Unión Europea cerrará todas sus fronteras con el exterior durante 30 días. El martes se celebrará una reunión extraordinaria de los 27 dirigentes de la Unión Europea.