De acuerdo con las autoridades locales, el hombre dañó las vacunas contra el coronavirus debido a que pensaba que las inyecciones provocarían mutaciones en el ADN de las personas, informó Associated Press.

El informativo, de igual manera, señaló que Brandenburg confesó que retiró los frascos intencionalmente del refrigerador del centro médico y los dejó afuera toda la noche, para que se arruinaran.

“El sujeto había formado esta creencia de que las vacunas no eran seguras”, manifestó Adam Gerol, fiscal de distrito del condado de Ozaukee y encargado del caso, en declaraciones recogidas por este mismo medio.

Gerol, citado por la agencia de noticias, aseguró que el profesional de la salud creía en varias teorías de conspiración. Asimismo, indicó que este estaba molesto porque actualmente atravesaba un proceso de divorcio.


Aunque en un principio se afirmó que las dosis tuvieron que ser desechadas, el funcionario confirmó que las vacunas contra el COVID-19 fueron retenidas y serán probadoa por Moderna, agregó AP.

La policía de Grafton, consultada por la CBS News, aseguró que algunas personas recibieron el tratamiento sin refrigeración. Sin embargo, enfatizó que ninguna está en peligro médico y que hasta el momento no han presentado efectos secundarios.

Según informó el cuerpo de seguridad, las vacunas destruidas tenían un costo aproximado de 11.000 dólares (37,8 millones de pesos colombianos). Por último, afirmó que Brandenburg fue liberado bajo fianza, concluyó la cadena estadounidense.

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La vacuna, según datos de la farmacéutica, tiene una efectividad del 94,1 %, lo que significa que reduce en ese porcentaje las posibilidades de contraer el coronavirus, que ha matado a más de 1.8 millones de personas en todo el mundo.

La empresa, elogiada por el inmunólogo Anthony Fauci, se ha comprometido a distribuir cerca de 80 millones de dosis en el primer trimestre de 2021 y las otras 100 millones en el segundo trimestre.