De acuerdo con estas dos autoridades, varios hackers –respaldados por China– estarían intentando hurtar datos importantes sobre la vacuna contra el coronavirus, que están desarrollando varias empresas farmacéuticas y centros educativos estadounidenses, indicó NBC News.

“El posible robo de esta información representa una amenaza y pone en peligro la entrega de opciones de tratamientos seguros, efectivas y eficientes para combatir el COVID-19”, manifestó el Departamento de Seguridad mediante un comunicado, en declaraciones recogidas por el informativo.

El FBI, de igual manera, precisó que actualmente están investigando a varios “ciberladrones e informantes no tradicionales afiliados a la República Popular China”, quienes son los principales sospechosos de querer extraer de manera ilegal elementos protegidos por la propiedad intelectual.

“Todo los sectores que trabajan en las respuestas al coronavirus deben ser conscientes de que son los primeros blancos de esta actividad y tomar las medidas necesarias para proteger sus sistemas”, agregó la agencia estadounidense.

Estas acusaciones, rechazadas anticipadamente por las autoridades del gigante asiático, podrían complicar aún más las relaciones entre Washington y Pekín, ya muy tensas luego de la aparición del COVID-19 en la ciudad de Wuhan a finales de 2019.

La cadena de noticias CNN, por otro lado, enfatizó que los ataques cibernéticos en contra del país norteamericano por parte del gigante asiático aumentaron este año, desde que apareció la pandemia.

NBC, adicionalmente, recordó que no es la primera vez que Estados Unidos acusa oficialmente a la República Popular China, ya que la ha culpado durante años de robarle datos económicos y académicos, con fines políticos.