Stuart Baker y su esposa Adrian tenían 74 y 72 años de edad, respectivamente, informa CNN, y murieron el domingo pasado con tan solo unos minutos de diferencia.

Su hijo Buddy le hizo la reflexión al medio que “uno siente el virus distante hasta que el toca a uno”.

Hombre tosiendo

Artículo relacionado

Toser es una amenaza terrorista en EE. UU.; que ahora sí se toma en serio el coronavirus

Cuando se sintieron indispuestos, los esposos Baker fueron al médico y este los envió de vuelta a su casa, pero con el pasar de los días los síntomas no mejoraron y fueron los mismos médicos los que les recomendaron ir al hospital, destaca CNN.

No obstante, una vez en el hospital, publica el medio, el señor Baker fue internado debido a que tenía asma y fiebre, mientras que su esposa exhibía síntomas más leves y por ello fue enviada de nuevo a guardar reposo en casa. En ese momento, los familiares de los Baker estaban optimistas.

Poco después, Adrian Baker comenzó a deteriorarse debido a que su esposo ya llevaba 5 días hospitalizado y ellos jamás se habían separado durante tanto tiempo, señala el medio.

Dice CNN que el 24 de marzo, la familia recibió la llamada del hospital, desde donde se les informó que su padre –que ya había dado positivo para COVID-19– estaba muy mal y que no creían que fuera a sobrevivir.

Portaaviones

Artículo relacionado

Despiden a capitán de icónico portaaviones de EE. UU. por exagerar sobre coronavirus

Según el medio, la familia no le dijo nada a la madre, sino que optó por llevarla al hospital para que le hicieran el examen, que dio positivo. Allí, rápidamente su salud empeoró, con niveles de oxigenación muy bajos y fue entonces que el médico sentenció: “Ella tampoco lo va a lograr”.

Y así fue que, dos días después, el domingo 26 de marzo, los hijos de los Baker pusieron a los esposos en la misma habitación, les quitaron los respiradores y los Baker fallecieron casi al mismo tiempo, anotó CNN.