De acuerdo con el diario El PaísMartín completa una semana durmiendo en el sótano de un hotel de la capital española, en una condiciones “pésimas” y por orden de las autoridades sanitarias.

En un video, difundido por el canal Antena 3, la propia enfermera denuncia que está viviendo en una habitación de 8 metros cuadrados, una cama de 90 centímetros, un escritorio y una ventana con barrotes, que la hacen sentir como una cárcel.

“En el momento en el que me he contagiado me he sentido como una mierda, una basura, como una peste, como si no valiese nada. El primer día sufrí un ataque de ansiedad”, relata Mamen Martín.

Antes de contraer el COVID-19, la española llevaba 50 días seguidos, a veces con turnos de hasta 17 horas, atendiendo a pacientes con el virus, por lo que en ese tiempo no pudo ver a su esposo, sus 3 hijos y su único nieto, detalla El País.

No tengo ni intimidad. ¿De verdad nos merecemos esto?”, agrega Martín, mientras cuenta que al inicio no tenía ni cortinas en el sótano, por lo que trabajadores del hotel le pasaron algunas bolsas de basura para que pudiera tener algo de privacidad y el sol no la despertara en la mañana.

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La enfermera también se quejó de la comida con la que la alimentan: “Lo peor es que no nos dicen ni lo que es. Nos dejan los táperes en la puerta y listo”, por lo que muchos días se queda sin comer, indica el mismo rotativo.

Pero lo que más molestó a Mamen Martín fue que cuando las autoridades sanitarias supieron que tenía coronavirus, le pidieron que se fuera a su casa. Pedido al que ella se negó rotundamente porque quería proteger a su familia, indica el diario español.

Al final, terminó en ese sótano, en el cual le dijeron que iba a “estar muy bien”, pero en el cual siente que no valoraron su esfuerzo y trabajo:

Después de todo lo que estamos pasando que te me metan aquí, aislada de todo, en un zulo (sótano), y que ni siquiera esté a gusto. Te sientes una mierda, una basura. Si caes mala te das cuenta de que no vales nada. De momento no tengo fiebre. He perdido el gusto y el olfato”, finalizó en una entrevista telefónica con El País.