El segundo helicóptero aterrizó sin problemas en un día con condiciones climáticas “normales”, dijo el ministerio de Transporte de Moscú e indicó en un comunicado: “El primer despegue fue el de un Mi-8 con carga externa sin pasajeros, el segundo se realizó con pasajeros, que eran empleados de la estación petrolera”.

El texto agrega: “Según la información preliminar, el MI-8 con pasajeros, por razones desconocidas, colisionó con la carga externa del otro helicóptero después de despegar. Por ello, cayó y quedó destrozado y calcinado”, agregó.

El helicóptero estaba siendo operado por la aerolínea rusa Utair, que tiene su sede principal en el aeropuerto de Janti-Mansisk, en el oeste de Siberia.

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Según un comunicado de la compañía, el incidente tuvo lugar a las 05:43 hora local, tras el despegue desde el campo petrolero y de gas de Vankor, en el distrito de Turuhansk, en la región de Krasnoyarsk.

El campo petrolero está gestionado por la compañía rusa Rosneft a través de su subsidiaria Vankorneft.

Según Utair, el piloto, nacido en 1985, había volado 5.990 horas, 2.300 de las cuales como comandantede helicóptero. Utair envió especialistas a investigar lo ocurrido y el Comité de Investigaciones ruso abrió una encuesta.

Los accidentes de helicóptero y aviones pequeños son frecuentes en Siberia y en el lejano oriente ruso. En abril, un helicóptero Mi-8 se estrelló en la zona, matando a seis personas. Mientras en noviembre de 2017, otras seis personas fallecieron en el aterrizaje accidentado de un pequeño avión en la región de Jábarovsk.