La mujer había llegado a España junto a sus 3 hijos, dos mujeres de 20 y 18 años y un hombre de 15 años, y junto a su cónyuge y presunto asesino, con quien ya no tenía ninguna relación desde hace un mes y medio, indica El País.

De acuerdo con el diario madrileño, la fallecida “sufría una situación de violencia” en Colombia, y antes de vivir en Murcia, donde fue asesinada, había vivido en La Palma, Islas Canarias, durante un año. En febrero pasado solicitó protección internacional y asilo, dijo Juan Antonio Balsalobre, encargado del programa de refugiados en la comunidad autónoma de Murcia, a donde fue trasladada.

Doris hacía parte de un programa de refugiados de la Cruz Roja, a la que en los últimos meses le había informado de su deseo de separarse de su compañero. La entidad trasladó al excompañero de la mujer a un lugar para refugiados en Girona, Cataluña, y el miércoles el hombre dijo que se iba a la cercana ciudad de Barcelona.

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Miguel Navarrete, coordinador de la Cruz Roja en Murcia, dijo que la fallecida no había denunciado posibles maltratos, aunque sus hijos aseguran ahora haber sido víctimas de violencia verbal. Lo único que había pasado es que Doris había ido a los servicios de atención de violencia machista, pero para recibir asesoría para los trámites del divorcio.

El asesinato ocurrió en la tarde del miércoles, cuando el presunto agresor llegó hasta la vivienda y la atacó con un cuchillo de cocina. La mujer trató de escapar, pero cayó muerta en una zona del conjunto residencial. Los hijos de Doris ahora reciben asistencia psicológica.