En el comunicado publicado este jueves en la página del ministerio se informa que durante el mes que duró la investigación, los agentes comprobaron que el hombre, identificado como Raúl Gutiérrez Sánchez, estaba “en un profundo proceso de adoctrinamiento” y que había pasado por una “progresiva radicalización”.

Además, su adoctrinamiento estaba en línea con el grupo terrorista Estado Islámico (responsable de varios atentados contra la población civil en Europa, África y Estados Unidos en los últimos años) y su aspecto físico había cambiado en los últimos meses para obedecer con la “estética radical”.

El ministerio español indica que Gutiérrez Sánchez fue detectado debido a su actividad en redes sociales (en las que solía incluir la palabra “yihadista”), donde había expresado en febrero pasado que tenía un plan y armamento para atentar contra restaurantes de la exclusiva Zona T, en el norte de Bogotá, muy frecuentada por funcionarios de la embajada de Estados Unidos en el país.

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Luego de su captura, que ocurrió este miércoles, el ciudadano cubano, radicado en Colombia, dijo que no era musulmán, y justificó sus motivos en el hecho de que no le gusta “el nuevo orden mundial”. Sin embargo, un reporte de la Fiscalía colombiana cita una conversación en la que sus contactos le decían Gutiérrez que Alá (así llaman a Dios los musulmanes” lo recibiría en el paraíso”.