La Campaña Colombiana Contra Minas nació hace 23 años como una iniciativa ciudadana, voluntaria e independiente, que ha trabajado por la erradicación y eliminación de minas antipersonal (MAP), municiones sin explosionar (MSE) y trampas explosivas (TE) en Colombia.

Esta organización tiene presencia en 22 de los 31 departamentos afectados por estos artefactos y se ha abierto paso a nivel nacional como pionera en el desminado humanitario y ahora a nivel internacional.

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En el año 2019, cuando cumplieron 20 años de existencia, Campaña inició el proceso de gestión para convertirse en la primera organización civil colombiana en capacitar y apoyar el desminado humanitario en el exterior. Los países socios son Irak y Siria con quienes han tenido cercanía e interlocución en temas de desminado desde hace varios años y quienes aún cuentan con un alto índice de riesgo. Según Naciones Unidas, una de cada dos personas en Siria está en riesgo por un artefacto explosivo.

Natalia Morales es una de las personas que ha estado detrás de toda la gestión de este proyecto, al ser el enlace internacional de la Campaña Colombiana Contra Minas. “Estoy encargada de hacer el enlace inicial con los diferentes países en los que vamos a trabajar, por ahora estamos en ir a Irak y a Siria pero la idea es expandir nuestra capacidad de operaciones y trabajar en otros países”, explicó Morales, quien también es la directora de género de esta organización y busca integrar este componente en todo el proceso.

En Siria, Roj Mine Control Organization (RMCO) es la organización socia, y en Irak son Shareteah Humanitarian Organization (SHO) y Public Aid Organization (PAO) con las que estarán trabajando durante 36 meses, a partir de enero del 2023.

 

El equipo de la Campaña Colombiana Contra Minas que viajará a estos países el próximo año estará conformado por cinco o siete personas, la mayoría víctimas del conflicto armado, que fueron capacitadas en Huila, Putumayo o Cauca, departamentos donde esta organización ha realizado actividades de desminado desde su creación.

Francisco Moreno Rivera, director de proyectos de Campaña Colombiana Contra Minas, le contó a Colombia +20 que a pesar de no tener todo el equipo confirmado, tienen establecidos los perfiles de las personas que acompañarán esta misión internacional.

“Vamos a llevar entrenadores colombianos que nosotros hemos entrenado y han adquirido muchas competencias técnicas a lo largo de estos seis años, ya básicamente son unos duchos en cualquier tema técnico. La idea es llevar a estas personas a que entiendan un poco el contexto de allá y conjuntamente diseñen los entrenamientos y las capacitaciones necesarias para que los socios puedan adquirir nuevas habilidades”, resaltó Moreno.

De Colombia, la única mujer que viajará será Natalia Morales, quien le narró a Colombia +20 que en Siria e Irak los procesos serán dirigidos por dos mujeres, una por cada país, sentando un precedente en la participación de mujeres en contextos como el del Medio Oriente y algunos países islámicos, donde este papel es relegado.

Para Álvaro Jiménez Millán, director de la organización, llegar a Siria e Irak a apoyar labores de desminado humanitario significa convertirse en un operador colombiano con altos estándares de importancia, eficiencia, eficacia y reconocidos por la comunidad internacional. “Lo que nosotros estamos haciendo es encontrar un socio local que tenga unos niveles de capacidad, ellos tienen unos conocimientos y lo que hacemos es ajustarnos a la normativa internacional a las exigencia de los donantes, entregarles y transmitirles la capacidad que hemos permitido como campaña colombiana contra minas. Además, creemos que en estos países como en todos los países que están afectados por el conflicto hay capacidades locales que hay que reconocer y estimular, que deben de ser totalmente impulsadas por quienes llegamos a desarrollar actividades de cooperación”.

El trabajo que desarrollará el equipo de colombianos se divide en tres fases: 12 meses de entrenamiento en diferentes temas como asistencia integral a víctimas y educación de riesgo de minas; 12 meses de acompañamiento, visitas y monitoreos; y los últimos 12 meses de acompañamiento, donde las organizaciones socias ejecutarán los proyectos de desminado humanitario.

Ser la primera organización civil colombiana en apoyar labores de desminado humanitario en el exterior es un reto que asumirá la Campaña Colombiana Contra Minas y que para integrantes como Natalia Morales es todo un desafío.

Este proceso es como ver un sueño cumplido de muchas personas dentro de la organización que llevan trabajando casi 20 años. Empezaron siendo una organización pequeña, que hacía incidencia, asistencia a víctimas, luego nos acreditamos y empezó el sueño internacional. Pasamos de ser una organización que tenía 60 personas a tener cerca de 400 nacional y ahora, internacionalmente”, comentó Morales.

Todo el proceso de acreditación internacional es el resultado de hacer parte y trabajar desde 1999 en la red global de organizaciones que se enfoca en erradicar minas antipersonal en el mundo llamada Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonal (ICBL, por su sigla en inglés).

¿Cómo construir paz? El desminado es un aporte fundamental

“El desminado en Colombia nos ha servido mucho para la construcción de paz, precisamente por haber estado involucrado en las negociaciones del Acuerdo con las Farc. Además, es un gran facilitador para procesos de construcción de paz porque precisamente los actores locales son los más interesados en estos procesos y son quienes fomentan estas acciones en los territorios”, señaló el director de proyectos de la Campaña Colombiana Contra Minas, Francisco Moreno.

En el Acuerdo de Paz firmado entre el gobierno de Colombia y las Farc en 2016, el desminado humanitario y las acciones contra la descontaminación de los territorios afectados como las minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados (AEI) y municiones sin explotar (MUSE) o restos explosivos de guerra (REG) fue un elemento transversal en todos los puntos.

Dentro de las acciones del proceso de reincorporación de los excombatientes a las que se comprometieron está incluida la participación en la acción contra minas para aportar a los puntos 4 y 5 del Acuerdo que son la ‘Solución al problema de las drogas ilícitas’ y el ‘Acuerdo sobre las víctimas del conflicto’.

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“La protección de las comunidades, la garantía al derecho a la vida y el bienestar de la población rural requiere también asegurar el desminado, para lo cual el Gobierno Nacional, tras la firma del Acuerdo Final y en el marco de su implementación, pondrá en marcha un programa de desminado y limpieza de las áreas del territorio nacional que hubiesen sido afectadas por la ubicación de minas antipersonal y municiones sin explotar”, establece el punto 4.1.3.1. sobre ‘condiciones de seguridad para las comunidades y los territorios afectados por los cultivos de uso ilícito’.

En 2020 nace Humanicemos DH, la única organización de desminado humanitario integrada por 90 antiguos miembros de las Farc en proceso de reincorporación que aportan a estas acciones. Muchos de sus integrantes fueron capacitados inicialmente por la Campaña Colombiana Contra Minas pero ahora es Humanicemos la que acoge a la población en reincorporación para estas acciones humanitarias.

Las organizaciones colombianas que desarrollan desminado humanitario en el país trabajan bajo tres pilares básicos: asistencia integral a víctimas; la educación en el riesgo de minas; y el desminado propiamente dicho. “¿Qué viene después de sacar la mina? Nosotros le apostamos a traer un desarrollo a las comunidades e incluimos acciones transformativas para estas comunidades históricamente marginadas y violentadas durante el conflicto entonces así surge la idea de transformar la realidad, no solo sacar la mina”, explicó Natalia Morales directora de género y enlace internacional de la Campaña Colombiana Contra Minas.

Después de este primer piloto internacional, esta organización de desminado humanitario colombiana quiere expandir estas acciones en el exterior en zonas como el Cuerno de África, África Occidental en países como Somalia o Malí, también hacia la zona central en Afganistán y demás países en conflicto.

“Llevar el nombre de Colombia a estos escenarios internacionales es un reconocimiento a todos los esfuerzos que se han hecho en el país en construcción de paz desde la acción humanitaria y la oportunidad de forjar otro tipo de política internacional que pueda convertirse en un referente de construcción de paz”, señaló Francisco Moreno.

En Colombia aún existen cerca de 130 municipios con presencia de minas antipersona que no han podido ser retiradas por las conflictividades que aún están vigentes. Sin embargo, la Campaña Colombiana Contra Minas sigue desarrollando labores en algunos municipios de los departamentos del Meta, Huila, Vichada, Casanare, Arauca, Norte de Santander, Antioquia, Chocó, Cauca, Nariño y Putumayo, mientras las condiciones de seguridad se restablecen para llegar a los demás de estos departamentos y a otras zonas del país.