Algunos de estos cambios ya se han llevado a cabo en Pekín y Shanghai, donde los estudiantes internacionales pueden realizar prácticas fuera del campus siempre que obtengan la aprobación de sus instituciones académicas y autoridades administrativas pertinentes.

Ya en 2015 se implementó una política piloto que permitía a los estudiantes graduados aceptar prácticas o iniciar su propio negocio en la zona de demostración nacional de innovación de Zhangjiang, en la provincia de Cantón hasta dos años después de graduarse.

El artículo continúa abajo

Además, en 2016, el Ministerio de Seguridad Pública China implementó nuevas políticas para permitir que los estudiantes extranjeros de Pekín obtuvieran empleos en empresas del parque científico Zhongguancun.

Desde el año pasado está vigente un programa para estudiantes internacionales de posgrado que les permite obtener una visa de trabajo al finalizar sus estudios, ya que anteriormente, se exigían mínimo dos años de experiencia laboral.

Chen Baosheng, ministro de educación, anunció en marzo que se invertirían anualmente más de 20.000 millones de yuanes (3.160 millones de dólares, cerca de 2.570 millones de euros) para transformar algunas de sus universidades y convertirlas en instituciones internacionales de alto nivel.

Otros países que permiten a estudiantes universitarios trabajar a tiempo parcial (bajo condiciones muy estrictas), según Finanzas Personales, son Alemania, Australia, Suecia, Estados Unidos y Canadá.