“Es la euforia de la victoria”, dijo Jalil al Haya, número dos del buró político de Hamás en la Franja de Gaza, durante un discurso ante manifestantes alborozados. Prometió además “reconstruir” las casas destruidas por los bombardeos israelíes.

También hubo manifestaciones de alegría en las ciudades de la Cisjordania ocupada y el ejército israelí no dio cuenta de alertas por cohetes.

Este acuerdo fue posible gracias a la mediación de Egipto, una potencia regional que mantiene relaciones tanto con Israel como con Hamás, un movimiento considerado “terrorista” por el Estado hebreo, la Unión Europea y Estados Unidos.

¿Durará la nueva paz entre Israel y Hamás?

Durante el día corrieron rumores de tregua que finalmente desembocaron en un acuerdo de cese de hostilidades para poner fin a una decena de días de enfrentamientos que dejaron al menos 232 muertos en el lado palestino y 12 en Israel.

La decisión se dio a conocer después de una reunión del gabinete de seguridad israelí, del que forman parte el primer ministro Benjamin Netanyahu, el Estado Mayor de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia.

El gabinete “aceptó por unanimidad” la iniciativa egipcia de “alto el fuego bilateral sin condiciones”, informó la oficina de Netanyahu.

Hamás y la Yihad Islámica -otro grupo armado palestino en Gaza- también confirmaron la entrada en vigor de esta tregua. Sin embargo, dejaron claro que “la resistencia palestina respetará este acuerdo siempre que la ocupación (como Hamás llama a Israel) lo respete”.