“Agradecemos su participación en esta aventura, viniendo a cenar al O’Naturel”, indicó el restaurante, y luego invitó a quienes disfrutan del nudismo a tener una última comida en el local.

“Reserven rápidamente para disfrutar de una última cena desnudos en París. ¡Es ahora o nunca!”, escribieron sus propietarios, los gemelos Mike y Stéphane Saada, quienes no practican el nudismo y servían las mesas vestidos.

En el O’Naturel’, los clientes dejaban sus prendas en el guardarropa de la entrada, quedándose solo con las zapatillas que proporciona la casa, excepto las mujeres que prefieren dejarse puestos los tacones. Allí, los comensales podían escoger entre 2 menús, de 39 y 49 euros (141.000 y 177.000 pesos).

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Cabe mencionar que Francia es el primer destino mundial de nudismo: con 2,6 millones de ejercitantes en el país, la cifra supera los cuatro millones de personas en verano repartidas en playas y cámpines, según datos de la Asociación de Nudistas de París (ANP).

Sin embargo, esta práctica se había mantenido alejada de la capital hasta hace poco, especialmente con la apertura en 2017 de un espacio nudista en el bosque de Vincennes, un pulmón verde ubicado en el este.

Para Cedric Amato, vicepresidente de la ANP, es “demasiado temprano” para que la capital francesa acoja un restaurante de este tipo abierto todo el año. “Desnudarse para ir a comer no es algo que se haga día sí, día no”, dijo por teléfono a la AFP.

Estas son algunas fotos del restaurante que cerrará a mediados del próximo mes: