En total, se contagiaron 24 de los 43 científicos y militares del campamento. De ellos, 15 se quedaron en la base y los evacuados son nueve que no estaban vacunados debido a que se encontraban en la Antártida desde antes de que comenzara la campaña de inmunización en 2021, informó el diario La Nación.

“La evacuación del personal fue exitosa. Salió en condiciones extremas porque la meteorología daba media hora para que puedan operar los helicópteros. Fue en el límite”, detallaron las autoridades argentinas a ese periódico. (Vea tambiénCantante antivacunas murió al contagiarse intencionalmente con COVID-19 por pase sanitario).

“La situación está controlada y las demás bases argentinas están libres de COVID-19”, agregó al respecto la Directora Nacional del Antártico –dependiente de la cancillería argentina–, Patricia Ortúzar, a la AFP.

La Base Esperanza, instalada en 1952 en el extremo noroeste de la Península Antártica, es una de las 13 argentinas –6 de ellas permanentes– en el continente helado.

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Marambio, la base más grande y con aeropuerto, cambió de dotación en octubre y su personal está vacunado. En San Martín, Belgrano y Orcadas, aún no hubo recambio.

La vacunación no se había completado en todas las estaciones por el temor a efectos que alteraran el ritmo de trabajo allí. “Se decidió hace tiempo no vacunar en la Antártida, ante posibles efectos adversos como la trombosis que se mencionó en un momento. Ahora, todos serán llevados al Hospital Militar, aislados y serán vacunados”, apuntó la cancillería argentina, en palabras recogidas por el diario Clarín.

El brote de COVID-19 en Esperanza comenzó el 12 de enero pasado, con un primer residente que padecía fiebre y dolor de cabeza, contagiado en el contacto con el personal entrante, estimó Ortúzar a AFP.

Para prevenir contagios en las bases antárticas, casi 300 científicos y militares fueron aislados y examinados desde diciembre en Buenos Aires a bordo del rompehielos Almirante Irízar, que los traslada en estos días a la Antártida .

Los primeros casos de COVID-19 en la Antártida fueron reportados en diciembre de 2020 en la base militar chilena Bernardo O’Higgins Riquelme.