El intento de provocar una masacre dentro de una sinagoga de esa pacífica ciudad universitaria del oriente de Alemania se vio frustrado porque al atacante se le trabó el arma casera con la que intentó perpetrar el acto terrorista a plena luz del día.

Uno de los atacantes, que fue detenido por la policía (se presume que fueron mínimo 3 involucrados, de los cuales 2 huyeron), el alemán Stephan Balliet, de 27 años, retransmitió este miércoles en directo a través de Twitch, una página para compartir partidas de videojuegos, en una acción claramente inspirada en los ataques de la neozelandesa Christchurch, donde un ultraderechista asesinó el pasado marzo a 51 personas en dos mezquitas.

“Hola, mi nombre es Anon”, dice en inglés en los primeros compases de la grabación el autor del ataque, que posteriormente fue detenido por la policía. Según expertos, esa es una denominación genérica que emplean algunos usuarios de foros ultraderechistas.

Cinco personas pudieron seguir en directo los hechos y unos 2.200 lo vieron posteriormente en la media hora que la grabación permaneció ‘online’ hasta que un usuario denunció el contenido y se puso en marcha la maquinaria para eliminarlo.

Tiroteo

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Twitch se mostró conmovida por el suceso y resaltó que tiene una política de “tolerancia cero” con la violencia y el odio. “Trabajamos con urgencia para retirar este contenido y suspenderemos permanentemente las cuentas que cuelguen o compartan el contenido de este acto aborrecible”, indicó en un comunicado.

Además, la empresa asegura que rápidamente se puso en contacto con otras redes sociales para bloquear la difusión del video por otras plataformas, porque algunos internautas lo estaban replicando y descargando.

El autor del ataque se dirige en varias ocasiones en inglés a la cámara. Asegura en un momento que cree “que el Holocausto nunca ocurrió”, negando en un recurrente clásico de la ultraderecha, el asesinato masivo y planificado del pueblo judío por parte del nacionalsocialismo y dice que los judíos son “el origen de todos los problemas”.

Más adelante, el atacante se pone un casco con una cámara incorporada, y toma un rifle. Primero se dirige a la sinagoga, donde entre 70 y 80 personas celebraban en su interior el Yom Kipur, la principal festividad judía. Pero las puertas están cerradas y ni siquiera a tiros logra abrirlas.

Entonces dispara a una mujer que pasa fortuitamente por la calle y luego se dirige a un local de comida turca para llevar y mata a tiros a un cliente. También dispara a varias personas que aguardaban al tranvía en una parada y luego se da a la fuga.

Por el camino lamenta que el arma se le ha encasquillado, maldice, y asegura que es un “perdedor”.

Poco después se detiene en Landsberg, una localidad a 15 kilómetros, y, para robar un nuevo vehículo, dispara a otra persona, que resulta herida. Es en ese carro -un taxi- en el que acaba sufriendo un accidente de tráfico en una autopista cercana. Allí es detenido.