Las autoridades de este país de Asia Central dieron en un primer momento un balance de 15 muertos y después revisaron a la baja la cifra y la situaron en 12, según una lista publicada por el Comité de Situaciones de Emergencia y confirmado por el ayuntamiento.

Ocho personas, entre ellas el piloto del avión, Marat Muratbaiev, murieron en el acto; dos, después de ser transferidas al aeropuerto de Almaty, y otras dos fallecieron en el hospital.

Entre las víctimas hay un general del Ministerio de Interior, Rustem Kaidarov, de 79 años. Según la agencia de prensa Informburo.kz, una de sus periodistas, Dana Kruglova, también murió en el accidente.

El avión se estrelló en una zona habitada y destrozó una casa, pero las autoridades no dieron cuenta de ninguna víctima en tierra, pues la vivienda estaba vacía en el momento del accidente.

Lo que llama la atención del trágico episodio es cómo se pudieron salvar la mayoría de personas, si se tiene en cuenta que este tipo de percances por lo general es fatal para todos sus ocupantes.

Un experto en seguridad de la aviación de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, dijo citado por BBC que el estado en que quedó el aparato es impresionante (para que hayan sobrevivido tantas personas).

El especialista le explicó al medio británico que el aparato está diseñado para de alguna forma absorber el impacto: “El frente del avión (…) terminó totalmente aplastado, pero la parte posterior quedó prácticamente intacta”, destaca el conocedor, que además resalta el hecho que las víctimas mortales se encontraban en la parte delantera de la aeronave.

Hay que tener en cuenta que el medio explica que cuando ocurrió el accidente, la aeronave hasta ahora estaba tomando velocidad y se estrelló a unos 200 km/h, y no a los 800 o 1.000 km/h que alcanza un aparato de estos en pleno vuelo.

Sin embargo, acota que las aeronaves modernas están diseñadas para que los ocupantes sobrevivan, y eso se nota en la construcción del fuselaje (equivalente a la ‘carrocería’, también conocido como ‘tabaco’) y el de las sillas, cuyos anclajes al piso de la aeronave están diseñados para aguantar muchas fuerzas G.

Una forma de maximizar las posibilidades de sobrevivir, desde el punto de vista de los pasajeros, es prestar atención a las medidas de seguridad al inicio de cada vuelo y a las instrucciones de evacuación que den los tripulantes, una vez se haya presentado un accidente, señala el medio inglés.