Sin conocerse el motivo, Lewis regresó a la cabaña donde 24 años había asesinado a las dos personas y mató a la hija de la víctima de hace más de dos décadas, reporta el diario local Commercial Appeal.
La nueva víctima de Lewis, de 39 años, se llamaba Martha McKay, y la asesinó en su mansión; la mujer era parte de la familia Snowden, muy influyente en esa zona del país, informa el medio.
Según el portal, gracias a una alarma que alcanzó a activar la víctima antes de morir, la policía llegó en tiempo récord y vio al presunto asesino que saltaba por una ventana. Luego, trató de emprender la huida en su auto opero se le atascó, por lo que corrió hacia el lago junto a la casa y saltó al agua, de donde nunca salió, reza el reporte de la policía.
El sheriff del área, Mike Allen, dijo –citado por Commercial Appeal– que vio al sospechoso tirarse al agua y, al ver que no salía, llamó a un escuadrón de rescate que halló el cuerpo y se concluyó que había muerto por ahogamiento.
Vecinos que presenciaron los hechos se contradicen un poco, pues algunos aseguran que el asesino apuñaló a McKay, de 60 años, mientras que otros dicen que el arma del crimen fue un martillo.
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