Durante la operación, de un cáncer de próstata, Parti vio a los médicos en el quirófano mientras lo intervenían, además observó a su madre y a su hermana que estaban muy lejos del hospital. De pronto todo se quedó a oscuras, según el relato publicado en The Daily Mail.

Entonces oyó gritos de dolor y sufrimiento, y se sintió arrastrado hacia el borde de un cañón en llamas que desprendía un “olor nauseabundo a carne ardiendo”. En aquellos momentos, de manera telepática escuchó una voz que le dijo: llevo una vida materialista y egoísta, recordó a este medio el médico.

Rodeado de humo y de gritos de ‘almas ardientes’, Parti pensó en los insignificante que eran las posesiones que había acumulado durante su existencia desahogada y empezó a rezar, describe el portal.

Luego de pedir a Dios una segunda oportunidad, vio a su difunto padre que lo llevó hacia un túnel donde lo saludaron sus antepasados, y se encontró con algunos arcángeles. Al recobrar la consciencia se dio cuenta de que la operación había terminado, relata el informe.

Sus colegas no le creyeron sobre su experiencia. El recordó que tampoco, en sus 25 años de carrera, había creído las distintas historias que le contaron sus pacientes tras ser operados.

Después de recuperarse, Parti renunció a su trabajo como anestesista jefe en el Hospital del Corazón de Bakersfield en California. Se deshizo de todos su coches caros y vendió su mansión, mudándose a una casa de la mitad del tamaño, dice The Daily Mail.

Por último, estableció una nueva práctica para curar a la gente a través de la meditación y otros métodos alternativos.