De acuerdo con el diario La Vanguardia, la escultura, de color blanco y rojo, tenía 3 metros de alto y 23,5 de largo y estaba ubicada al frente del museo Rijskmuseum.

‘I am Amsterdam’ se había convertido en uno de los principales sitios turísticos por los viajeros que querían tomarse una foto allí y dejar para la posteridad su visita. Esta idea, en su momento, de KesselsKramer, una agencia de marketing contratada por el gobierno de Países Bajos, fue replicada en varias partes del mundo, como en Vitoria (Portugal), Lyon (Francia), Moscú (Rusia), entre muchas más, indica el periódico español.

El motivo de la retirada es el “abrumador crecimiento del turismo que está sufriendo la ciudad”, explica La Vanguardia. Y la polémica fue protagonista desde el primer momento en que el consejo municipal anunció tal decisión.

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Holanda, en 2017, recibió a 17 millones de turistas frente a los menos de 10 que acogió en 1999, según e la Organización Mundial del Turismo, citados por el rotativo español.

El 69 % de los vecinos de la zona, a pesar de sus quejas por la elevada cifra de visitantes, considera que quitar ‘I am Amsterdam’ es un error, según una encuesta hecha por la empresa Maurice de Hond y señalada por La Vanguardia.

Desde ahora, los turistas que quieran ver el monumento deberán acudir al aeropuerto de Schiphol donde, por ahora, se mantiene una copia del original, finaliza el mismo medio.