La Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) detalló en un comunicado que se trató de “una práctica controlada que permite al equipo especializado verificar el interior del vehículo donde presuntamente habría un artefacto explosivo”.

Añadió que frente a la explosión controlada “de un artefacto sospechoso dentro de un vehículo” en una calle aledaña al ingreso de emergencias de un hospital, se tomaron las medidas de seguridad para precautelar la integridad de los pacientes.

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Entre las medidas, detalló, se trasladó a algunas embarazadas a otra casa de salud en la misma ciudad y se reubicó temporalmente el área de emergencias en otro sector del hospital.

“No se produjo ninguna afectación de los pacientes ni de la infraestructura del hospital” como consecuencia de la explosión controlada, indicó al apuntar que las actividades volvieron posteriormente a la normalidad.

En los últimos días, las autoridades han evacuado varios establecimientos en distintos sectores, entre ellos una escuela con más de mil alumnos en Quito, por sospecha de bomba, dentro de lo que parece ser un sensación de temor entre la ciudadanía y de precaución entre las autoridades.

Las alertas coinciden con un deterioro de la seguridad en la frontera norte del país, el reciente asesinato de tres miembros de un equipo periodístico y el secuestro de una pareja.

En los ataques con artefactos explosivos desde finales de enero en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, atribuidos a una banda disidente de las Farc, presuntamente vinculada con el narcotráfico, han muerto también cuatro soldados y una treintena de personas han resultado heridas.

Con información de EFE.