Eso, a su vez, es el equivalente al 7 % de las tierras de cultivo del país. Y el agua desperdiciada alcanza los 15,9 billones de litros, aseguró el estudio publicado en la revista científica Plos One.

Las frutas y los vegetales, con un 39 %, encabeza la lista de alimentos malgastados, seguido por los lácteos (17 %), la carne (14 %) y los cereales (12 %).

Los productos con menos posibilidades de acabar en el cubo de la basura son los snacks salados, los aceites de mesa, los platos con huevo, los dulces y los refrescos.

“Las dietas de mayor calidad están compuestas por cantidades más grandes de frutas y verduras, que se desperdician más que otros alimentos“, afirmó la coautora del estudio Meredith Niles, profesora asistente de la Universidad de Vermont.

El artículo continúa abajo

 

“Una alimentación sana es importante y comporta muchos beneficios, pero mientras seguimos esas dietas, debemos ser más conscientes del desperdicio de la comida”, argumentó.

El estudio está realizado en base a datos y encuestas del gobierno realizadas entre 2007 y 2014 sobre el desperdicio de alimentos, que equivale al 30% del consumo medio de calorías de cada estadounidense.

La autora aseguró que los costes medioambientales y para los agricultores son “significantes”, ya que para producir esta cantidad de comida “se necesitan 354.000 toneladas de pesticidas y 816.000 toneladas de fertilizantes nitrogenados cada año”.

Las soluciones que plantea para erradicar este problema van desde educar a los consumidores para preparar y guardar la fruta fresca y las verduras, revisar las fechas de vencimiento, motivar a la gente a comprar productos estéticamente imperfectos y realizar un esfuerzo para prevenir el desperdicio alimenticio en los programas de sustentabilidad del gobierno.

AFP