El asesinato del Dr. Robinson fue presenciado por Tom Sawyer y Huckleberry Finn, los protagonistas de la obra maestra del escritor estadounidense Mark Twain.

Los jóvenes fueron aquella noche al cementerio a enterrar un felino negro, acto, que según ellos, servía para “curar las verrugas”.

Sin embargo, Sawyer y Finn se encontraron con el homicidio del médico residente de su pueblo en el cementerio.

“— Le conozco muy bien. No te muevas ni hagas nada. Es tan bruto que no nos ha de notar. Estará bebido, como siempre, el condenado”.

Advirtió Huckelberry Finn mientras presenciaba la escena.

“—Oye, Huck, yo conozco otra de las voces…: es la de Joe el Indio”, respondió Tom.

Luego de ver al delincuente, los infantes huyeron por miedo a tener un final similar al del galeno.

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El responsable de la muerte del Dr. Robinson fue atrapado por las autoridades, pero este, antes de que un juez pudiera dictar su sentencia, huyó del tribunal.

Se especula que el prófugo tiene una gran cantidad de oro escondido en una cueva, un botín que Tom y ‘Huck’ actualmente se encuentran buscando.

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