A través de sus redes sociales, la modelo contó cómo la marca francesa la rechazó por no cumplir con las medidas del desfile-crucero que tuvo lugar en el bosque de Kioto, en el Museo de Miho, a pesar de que en los últimos días Francia firmó dos nuevos decretos para evitar la anorexia en las personas que hacen parte de esta industria.

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En un post de Instagram cuenta cómo Alexia, la agente de casting de Ashley Browak (una potente directora de casting en el mundo de la moda) le dijo que hubo algunos problemas durante la prueba y que tenía el “estomago muy hinchado”, “la cara muy hinchada” y la incitaron a que “tenía que matarse de hambre”, ya que debía beber solamente agua durante las próximas 24 horas.

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Según el Huffington Post, a pesar de las instrucciones, Hoyer desayunó junto con las otras modelos, pero esa misma noche su agencia la llamó desde Dinamarca para decirle que Louis Vuitton había decidido cancelar su participación en el desfile, sin hacer la segunda prueba.

A pesar de la negativa, la modelo manifiesta que es algo a lo que se acostumbra, ya que en ocasiones se ve más “grande que otras mujeres”, pero no puede aceptar que el comportamiento de esta gente sea visto como algo “normal”.

“Les resulta placentero ejercer su poder sobre chicas jóvenes y llegan al extremo de forzarte hasta un trastorno alimenticio (…) me alegro de tener 20 años y una trayectoria en deportes de élite y no ser una chica de 15 años, que son nuevas en esto y no tienen seguridad en sí mismas, porque no me cabe duda de que habría acabado muy enferma y arrastraría muchas cicatrices en mi vida adulta”.