
La actriz Katherine Porto, conocida por su trabajo en la televisión, rompió el silencio sobre su reciente divorcio después de once años de matrimonio con el productor musical Max Oldham.
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En una entrevista con la periodista Cristina Estupiñán, compartió por primera vez sus sentimientos y el proceso interno que atravesó para tomar la decisión que cambiaría su vida.
Porto confesó que, aunque estaba en una relación con un hombre maravilloso, no se sentía feliz. A pesar de estar acompañada y rodeada de amor, paz y respeto, la actriz comenzó a sentir que no estaba siendo su mejor versión.
“Me despertaba todos los días sintiéndome triste, con rabia, desanimada. Sentía que me conformaba con algo que no me hacía feliz. Yo no era feliz”, explicó.
Para ella, la relación, aunque estable y amorosa, no era suficiente para sentirse plena y en paz consigo misma. A lo largo de su vida, la presentadora y actriz había experimentado relaciones dolorosas, marcadas por el abandono y el maltrato.
Por ello, cuando encontró un amor que le ofrecía acompañamiento y estabilidad, pensó que lo que recibía era lo mejor que podía obtener. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que merecía más, que necesitaba ser feliz y estar completa. “Lo amaba y lo seguiré amando, pero no como pareja, sino como compañero”, aseguró, reconociendo que el amor por su exesposo seguía presente, pero ya no de la misma manera.
Escribir su libro y reflexionar sobre su vida le permitió entender que el proceso de sanar requería tomar decisiones difíciles, como el divorcio. Katherine detalló cómo, durante ese tiempo, pidió orientación divina: “Solo miré al cielo y pedí por favor que me guiaran, porque sabía que no podía seguir en una relación que me hacía daño”.




Fue un proceso doloroso, pero necesario, y fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional. Encontró una terapeuta que le enseñó a tener la valentía de pedir el divorcio “Lloraba todos los días, pero sabía que tenía que hacerlo. Estaba en una zona confort que dolía”, compartió la actriz. Aunque el miedo a la soledad la acosaba, Katherine comprendió que mantenerse en una relación por temor a estar sola no era lo que merecía.
“A veces, tenemos miedo de quedarnos solos, de no saber qué vendrá después”, expresó. Al final, la actriz reconoce que su relación con él no terminó, solo se transformó. “Siempre será parte de mi vida, lo amo y nos amamos, pero ya no somos pareja, ya no viviremos juntos”, concluyó, destacando que, aunque la relación cambió, el respeto y el cariño mutuo permanecen.
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