Mientras seguía en busca de un nuevo trabajo en los medios de comunicación, Juan Diego Alvira accedió a ir a diferentes programas de televisión y espacios de redes sociales. Pero en ‘Buen Día, Colombia’, del Canal RCN, tuvo que vivir un momento más que incómodo y que él calificó como ridículo.

Lo pusieron a hablar de temas personales y privados, de que midieron sus habilidades para narrar una pelea de boxeo y artes marciales mixtas y hasta tuvo que hablar de sus salidas de ‘Noticias caracol’ y Revista Semana. Pero cuando lo vistieron al estilo Hugh Hefner y lo hicieron actuar como si estuviera invitando a sus seguidores a un canal de contenido pago para adultos, llegó su límite y lo reconoció y se frenó.

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Momento muy incómodo para Juan Diego Alvira con Ana Karina Soto y Violeta Bergonzi

Antes de despedir a Alvira, después de tenerlo como invitado por varias horas y exponiéndolo a hacer lo que se les ocurría, las presentadoras Ana Karina Soto y Violeta Bergonzi lo llevaron a un espacio especial. Había una silla antigua, un celular y una luz, como si fuera un estudio de ‘youtuber’ o de modelo ‘web’, para que él buscara trabajo en ese mundo.

Pero no como creador de contenido, que es lo que ha hecho recientemente, sino como creador de videos o transmisiones para adultos. Todo porque, según explicó Ana Karina: “Las mujeres de Colombia lo pidieron”. Y Violeta, siguiendo el juego, explicó: “Un nuevo negocio, un nuevo emprendimiento”.

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Poco a poco fueron llevando a Alvira al límite, primero le quitaron la chaqueta, después le pusieron una bata de satín y el presentador dijo: “Parece una bata, una sotana” y le dijeron que se veía: “A lo Hugh Hefner”. Pero después vino un diálogo imperdible, pidiéndole que saludara a sus clientas:

“Hola gatitas, bienvenidas a mi canal (risas)… Cómo son de embaladoras… ¡Hola gatitas!… Hoy voy a contarles una historia de cómo se la comió el lobo… cómo se comió el lobo a Caperucita”.

Todo eso lo fue impulsado por la mente e imaginación de Violeta Bergonzi, que fue indicando lo que debía decir. Pero como el periodista no se sintió cómodo, Ana Karina Soto intentó ayudar y por eso abrió los botones superiores de la camisa, además de recomendarle la pose para mirar a la cámara.

Pero el límite llegó cuando Bergonzi le pidió que pasara a otro nivel y él se negó:

– Bergonzi: “Vamos a ensayar un último saludo. Dices: – Hola gatitas -, uno solo, no te vayas a sobreactuar, y haces un solo – Miau -.”

– Alvira: “Hasta allá no voy a llegar, hasta allá no voy a llegar. Ya he hecho mucho el ridículo, mucha payasada”.

 

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Y para salvarse de ese ridículo, el propio Juan Diego propuso que las presentadoras fueran las que salieran detrás de la silla haciendo el maullido que le pidieron. En medio de risas y elogios, esto pasó y se notó la incomodidad del tolimense, tanto así que terminaron la sección allí y prefirieron compararlo con Jorge Enrique Abello para que no se sintiera tan extraño en ese papel.