“Años atrás mi temperamento un poco indisciplinado hizo que abandonara los estudios cuando era apenas un pelado”, contó Pernia antes de rememorar que a los 38 años, (hace 10 ) junto con 720 personas entre las que había abuelitos, me gradué de bachiller”.

Al lado de la fotografía en la que aparece recibiendo su diploma, Gregorio explicó cómo logró alcanzar su objetivo con el apoyo de su pareja: “tomé el reto de compartir con los libretos, los libros de estudio; y con las puestas en escena, los exámenes finales”, detalló Gregorio.

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Al final, el mensaje fue para su más de 2 millones de seguidores: “nunca es tarde cuando se quiere lograr un sueño, porque todo se puede con trabajo y esfuerzo. Nunca dejen de soñar y de trabajar para ello”.

Quiero compartir con ustedes un logro que me llena de orgullo y que me hace sentir feliz. Años atrás mi temperamento un poco indisciplinado hizo que abandonara los estudios cuando era apenas un pelado. La vida me puso enel camino del trabajo arduo que, si bien no ha sido fácil, ha llenado de satisfacciones mi vida y la de los míos, pero la necesidad de cerrar este capítulo y con el apoyo incondicional de Erika; tomé el reto de compartir con los libretos, los libros de estudio; y con las puestas en escena, los exámenes finales. Y así fue como a los 38 años, (hace 10 ) junto con 720 personas entre las que había abuelitos, me gradué de bachiller. Lo digo con orgullo porque nunca es tarde cuando se quiere lograr un sueño, porque todo se puede con trabajo y esfuerzo. Nunca dejen de soñar y de trabajar para ello.

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