Pese a que al comienzo las autoridades señalaron que la muerte de la artista no era “sospechosa” y luego su principal hipótesis sobre la causa del deceso fue un posible envenenamiento, finalmente se descubrió la verdad tras unas declaraciones de la jueza forense Shirley Radcliffe, del tribunal londinense de Westminster, que dijo que el fallecimiento a los 46 años de O’Riordan fue “un accidente”, publicó EFE.
Radcliffe indicó como causa del fallecimiento el “ahogamiento por intoxicación etílica”, después de que la autopsia del cuerpo de la artista demostrara que tenía altos niveles de alcohol en la sangre.
Durante la investigación, la agente de policía Natalie Smart explicó que halló el cadáver de la cantante sumergido bajo el agua en la bañera de su habitación del hotel Hilton, donde se encontraron varias botellas de champán, agregó la agencia.
También había varias cajas de medicamentos de prescripción médica, pero los niveles de estos en la sangre de O’Riordan estaban dentro de los límites permitidos, al contrario que el grado de alcoholemia.
La líder de The Cranberries murió súbitamente durante su breve visita a Londres para participar en una sesión de grabación en la que pondría voz a una versión del conocido tema ‘Zombie’, tocado por el grupo de rock duro Bad Wolves.
El tribunal de Westminster empezó sus pesquisas el pasado 19 de enero, antes de que la cantante fuera enterrada en su pueblo natal de Limerick.
La artista tenía tres hijos con el representante del grupo Duran Duran, Don Burton, de quien se había separado en 2014 tras 20 años de matrimonio.
The Cranberries, con la carismática Dolores a la cabeza, saltó al estrellato internacional a principios de 1990 con temas como ‘Zombie’, ‘Dreams’ o ‘Linger’ y llegó a vender más de 40 millones de discos en todo el mundo.
O’Riordan es recordada en Irlanda como la “voz de toda una generación” y como un icono mundial de la música de los noventa.
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