
En una emotiva conversación con Eva Rey en su programa. La reconocida actriz Alejandra Borrero hizo una profunda reflexión sobre uno de los momentos más significativos —y desafiantes— de su vida: su salida del clóset a finales de la década de los 90.
Durante la entrevista, Borrero revivió el impacto que tuvo su valiente confesión en una sociedad conservadora como la colombiana de entonces, y reveló detalles desconocidos sobre la entrevista que marcó un antes y un después en su carrera y vida personal, aunque la entrevista nunca salió.
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“Fue un escándalo. Me daba miedo perderlo todo”, confesó, refiriéndose al momento en que declaró abiertamente su orientación sexual en una entrevista con el periodista Darío Arizmendi, una de las figuras más respetadas de los medios en ese momento. La entrevista fue transmitida en 1998, en el marco de un espacio periodístico serio y de alto perfil, lo que le dio aún más repercusión.




Borrero recordó que, desde el principio, decidió hablar sin filtros ni censura. “Le dije: no quiero que edites ni una sola palabra. Quiero que la gente lo vea y diga: ‘¿Dijo eso? ¿Será que lo dijo?’”. Para la actriz, era fundamental que su verdad saliera a la luz tal cual, sin adornos ni recortes. A pesar de que el tema de la homosexualidad era —y en muchos casos sigue siendo— tabú en Colombia, ella no quiso darle un enfoque trágico o escandaloso, sino hablarlo desde la autenticidad y su verdad.
“Era un tema que manejé con tanta luz, sin darle ninguna trascendencia”, expresó. Sin embargo, la respuesta social no fue tan luminosa. Aunque aseguró que no fue rechazada por el gremio artístico, fue ella misma quien, impulsada por el miedo y la presión, se fue alejando de los medios. “Yo sentí que no merecía nada”, reveló con una honestidad conmovedora.
En entrevista con Tatiana Franco, Alejandra Borrero reveló que aquella entrevista nunca fue publicada, aunque sí apareció en la portada de una reconocida revista, lo que la afectó profundamente.
“Me puse muy triste y tardé cuatro años en reconstruir mi corazón”, confesó. Tiempo después, la directora de la revista tuvo un gesto inesperado: le entregó los casetes con la entrevista completa y le dijo con firmeza: “Así me echen del trabajo, esto es suyo”. Un acto de honestidad que marcó a la actriz y le devolvió parte de la dignidad que sintió que había perdido.
¿Qué paso con la relación con Darío Arizmendi?
Uno de los momentos más impactantes de su testimonio fue cuando reveló que nunca volvió a tener contacto con Arizmendi después de aquella entrevista.
“Él se tiene que acordar perfectamente, porque fue un escándalo en esa época, porque además fue un momento difícil. Era una entrevista seria, con un periodista serio, con el que decidí poner mi verdad por encima”, contó. Pero lo que más la sorprendió fue el silencio posterior: “No lo llamé, pero él nunca me llamó después de esa entrevista. No lo volví a ver. Me impresiona escucharlo después de tantos años”.
La actriz no solo enfrentó las consecuencias personales de su declaración, sino también el impacto mediático que provocó. En una época en la que pocos se atrevían a hablar abiertamente de su orientación sexual, ella dio un paso al frente, a plena luz, sin esconderse. Y aunque ese paso implicó rupturas y silencios dolorosos, también fue el inicio de una nueva etapa en su vida, más libre y auténtica.
Alejandra Borrero demostró, una vez más, que alzar la voz y vivir en verdad puede tener un costo, pero también un profundo poder transformador.
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