Para sorpresa de muchos, incluso de muchas, “todo el clítoris mide entre 9 y 11 centímetros […] pero la parte visible, es decir el glande, puede variar desde unos milímetros hasta varios centímetros, sin que esto configure ningún patrón de anormalidad”, indica la columna ‘Sexo con Esther’, del diario El Tiempo.

La explicación responde a la polémica que se desató en medios de comunicación y redes sociales, hace dos semanas, por cuenta del video en el que Esperanza Gómez dejó en evidencia el tamaño, supuestamente desproporcionado, de su clítoris.

Esperanza Gómez, actriz porno.

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En el artículo de opinión se aclara que las dimensiones del órgano genital de la actriz son tan normales como las de cualquier otra mujer, pero lo que varía es su visibilidad, por lo cual el escándalo suscitado demuestra “la carencia plena de educación sexual en términos de anatomía” tanto de hombres como de mujeres:

“La mojigatería fue tal que las dimensiones de un clítoris se pusieron por encima de todo el acontecer noticioso, en una muestra de grotesca de frivolidad, en donde lo único digno fue la actitud silenciosa y valiente de la citada actriz”.

Esperanza Gómez, actriz porno.

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La columna de Esther Balac invita a conocer y a explorar dicho órgano femenino y no quedarse en comentarios vacíos como aquellos de los que fue objeto “solo por haber sido expuesto por una mujer que libremente escogió vivir de su sexualidad”.

“Alborotos como este explican porqué en términos de sexualidad la sociedad está como está. Tal vez si se dedicaran a sentir y a gozar más y a escribir menos tonterías en las redes sin duda el mundo sería mejor”, concluye Balac.