El nombramiento de Calero como cónsul de Colombia en San Francisco se ordenó en octubre de 2016, pero fue tumbado luego de que se presentara una demanda que buscaba proteger a los funcionarios que se preparan específicamente para estos cargos.

“Quiero confesarles que me dio pánico al principio. Es una responsabilidad muy grande y cuando uno está acá se da cuenta de que uno tiene que responder por tantos colombianos que necesitan muchas cosas”, expresó Calero al programa ‘La red’, del canal Caracol.

El presentador aseguró que este trabajo “ha sido una bonita experiencia” y que, contrario a lo que muchas personas piensan, él no se estaba enriqueciendo con su nuevo cargo:

“Es completamente falso. Creo que esto es una vocación de servicio y en eso me van a entender los que hacen parte de este oficio. Aquí no es para uno enriquecerse ni para ahorrar, ni siquiera; aquí es para cumplir un servicio”.

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Desde su nombramiento como cónsul, Calero supo que las reacciones de la mayoría de personas no habían sido positivas y que se adelantaba un proceso para retirarlo del cargo.

“Desde el mismo momento en que acepté, se formó una polémica que ustedes ya conocen perfectamente. Sí sabía que había un proceso desde el principio, sí supe que estaba corriendo una demanda en contra de mi nombramiento, pero, de igual manera, yo seguí trabajando y sigo trabajando hoy en día”.

Calero ya fue notificado por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, entidad que tomó la decisión acerca de su destitución, y ahora espera el aviso oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores para retirarse y entregar su puesto.

“Sí me duelen los comentarios, porque la gente desconoce qué es lo que hace un cónsul en un país. He pensado después de esto seguir trabajando, seguir luchando, tengo una familia… me encantaría buscar nuevas oportunidades, tocar las puertas en los canales y seguir impulsando la empresa que tengo con mi esposa”.