Fueron tantas las reformas que planteó el presidente Gustavo Petro durante la campaña, que era imposible tramitar todas al tiempo. Una vez posesionados Congreso y Gobierno, en el Capitolio aterrizaron los proyectos que serán prioridad para este primer año. Uno de esos fue la reforma tributaria, que desde el Gobierno consideran como el sostén de la administración para cumplir con la puesta en marcha de sus programas sociales.

La reforma es ambiciosa: espera recaudar $25,8 billones en el primer año y tener ingresos por $50 billones al final del cuatrienio, así que proponer algunos impuestos inéditos y que han generado controversia entre ciertos sectores.

(Le puede interesar: MinInterior pidió al Congreso aprobar la tributaria para “proteger la vida de líderes sociales”)

La reforma se radicó el pasado 8 de agosto, pocas horas después de la posesión de Petro como presidente, y su discusión empezó este martes con la presentación conjunta ante las comisiones económicas del Congreso. Esto debido al mensaje de urgencia que radicó el Gobierno, por medio del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien por medio de una carta solicitó priorizar y acelerar la gestión del proyecto.

El ministro del Interior, Alfonso Prada, tras su intervención en la Comisión Primera del Senado, también pidió priorizar el proyecto, que justificó en que “se encontró un presupuesto desequilibrado” y, para el caso de la misión de la cartera, que “los recursos no alcanzan para proteger la vida de tanta gente amenazada en Colombia”. Así, Prada habló de la necesidad “de avanzar con prontitud en la aprobación de una reforma tributaria que tiene por objeto hacer realidad el programa del cambio por la vida”.

Y si bien es un hecho que la reforma será la gran prioridad de este semestre, e incluso por el momento hay un buen ambiente frente a su aprobación, lo cierto es que el trámite no será tan sencillo. El oficialismo tiene las mayorías parlamentarias, que en el primer año suelen tener una “luna de miel” con el Ejecutivo, pero debido a la profundidad del proyecto dicen que no darán un cheque en blanco al Gobierno y, de hecho, son varias las dudas que tienen las distintas bancadas sobre la iniciativa.

¿Cuál es el paso a paso para la aprobación de la reforma tributaria?

Tras la radicación del proyecto, la emisión del mensaje de urgencia, la asignación de ponentes y la socialización ante las comisiones conjuntas, ahora lo que viene es el inicio formal de la discusión. La tributaria es una ley ordinaria, por lo que tendrá cuatro debates. El texto tendrá que pasar una sola vez por Senado y Cámara, es decir que en cada corporación se realizarán dos debates, uno en las comisiones económicas y otro en plenaria.

(Vea también: ¿Cómo afectará la reforma tributaria a la popular tienda de barrio?)

Se discutirá en dos sesiones en simultáneo (Tercera y Cuarta), debido a que es una iniciativa que plantea una afectación económica. Por tanto, debido a la radicación del mensaje de urgencia que permite que los debates se hagan de manera conjunta, las cuatro comisiones se deberán reunir para discutir el proyecto. Los ponentes, ya elegidos, son los primeros encargados de estudiar el texto y presentar sus ponencias, en la que se hacen las primeras modificaciones al texto original.

Los ponentes, que pertenecen a varios partidos, se deben reunir de forma privada para realizar un primer texto que presentarán en comisión. El texto se vota y es estudiado por el resto de congresistas, que le pueden añadir otras modificaciones al texto, para proceder de nuevo a ser votado por los parlamentarios. Si la iniciativa es aprobada, los ponentes nuevamente son los encargados de modificar el texto, esta vez con los cambios aprobados por la comisión y otras posibles sugerencias que vayan saliendo por el camino.

A plenaria llega una segunda ponencia, que tienen allí su debate final. No obstante, acá todavía es posible hacer modificaciones al texto, permitiendo añadir o borrar puntos del articulado. Debido al mensaje de urgencia, el mismo texto se presentará en ambas plenarias y su aprobación suele ser simultánea, o por lo menos muy cercana en el tiempo. Si hay diferencias entre los textos aprobados por las plenarias de Cámara y Senado, debe hacerse una conciliación por parte de los congresistas que sean nombrados para ese penúltimo paso antes de estandarizar los textos. Por último, las plenarias de cada corporación deben votar el texto final que, si es aprobado, pasa a ser sancionado por el presidente Gustavo Petro como ley.

Lee También

Claves y controversias de la reforma

Uno de los puntos más discutidos por muchas bancadas son los llamados “impuestos saludables”, como el que se impondría a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, así como los “impuestos ambientales” a los plásticos de un solo uso. Si bien estos generarían $2,5 billones, varios congresistas consideran que van a derivar en una carga mayor para los colombianos de clases media y baja.

También hay controversia por el impuesto de renta a las personas naturales, con el que se espera un recaudo de $8,1 billones. Las empresas pagarán un tributo de $5,5 billones, por el impuesto del 10 % a las exportaciones de carbón y petróleo se espera un recaudo de $5,8 billones. Por otro lado, la carga tributaria recae sobre todo en las personas naturales con ingresos superiores a los $10 millones, impuesto a las exportaciones de petróleo, oro y carbón.

Ocampo indicó que con la propuesta inicial se espera el recaudo de los $25,8 billones, pero en la medida en que se pongan en marcha las normas sobre evasión y elusión tributaria, el recaudo se ampliará en los siguientes años hasta llegar a los $50 billones como los proyectó en su programa de gobierno el presidente Petro.