Escrito por:  Redacción Economía
Ago 22, 2024 - 8:16 am

El tema de vivir en conjuntos residenciales y estar pendiente de los cambios o remodelaciones que están prohibidos y de otra serie de recomendaciones es muy importante para evitar malos entendidos entre vecinos y administrativos.

Una de las cuestiones más cotidianas gira alrededor de si se puede cobrar el uso de las zonas comunes en estas edificaciones, por lo que se debe considerar la Ley de Propiedad Horizontal, como en el caso de las multas que son puestas por el administrador y no deben ser pagadas por los residentes.

Por eso, de acuerdo con el parágrafo 2 del artículo 19 de esa normativa, “los reglamentos de propiedad horizontal de los edificios o conjuntos podrán autorizar la explotación económica de bienes comunes, siempre y cuando esta autorización no se extienda a la realización de negocios jurídicos que den lugar a la transferencia del derecho de dominio de los mismos”.

Es decir, que el cobro por el uso de estos espacios que son de bien común para los inquilinos sí se puede hacer, con la condición que esté pactado por la asamblea de propietarios —tal como sucede con los negocios ubicados dentro de los conjuntos o edificios y que el dinero obtenido sea de beneficio para la copropiedad.

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¿Cuáles son las zonas comunes en propiedad horizontal?

Según el artículo 3 de la Ley 675 de 2001, las define como las partes del edificio o conjunto, que son sometidas al régimen de propiedad horizontal y que pertenecen a todos los propietarios.

(Vea también: Advierten a personas que viven en apartamentos en Colombia: podrían recibir multas)

Lo anterior comprende espacios como portales, ascensores, parques, canchas, piscinas, terrazas, entre otros.

¿Qué está prohibido en propiedad horizontal?

La firma A. Vicente Abogados determina algunas de las prohibiciones más comunes en la propiedad horizontal, que son las que se infringen con mayor recurrencia y les cuestan buen dinero a los residentes.

Se destacan las siguientes:

  1. Hacer modificaciones estructurales sin autorización previa: pueden afectar la seguridad y la estructura del edificio, por lo que es necesario obtener la aprobación de la administración o la asamblea de propietarios antes de llevar a cabo cualquier cambio significativo.
  2. Llevar a cabo actividades comerciales no autorizadas en las unidades: se debe a que este tipo de actos puede ocasionar molestias a los demás residentes y afectar la tranquilidad del edificio. Algunas propiedades permiten ciertos tipos de actividades comerciales, siempre y cuando se cumplan algunos requisitos y se obtenga el permiso correspondiente.
  3. Efectuar obras que afecten la estética del edificio sin permiso: uno de los principios estéticos exige que todas las torres o edificaciones conserven la misma imagen. Asimismo, evita algún tipo de daño en la infraestructura.
  4. Causar ruidos excesivos o perturbaciones que afecten la tranquilidad de otros residentes: al tratarse de un área que es compartida, se debe velar por no molestar ni interrumpir el bienestar de los demás copropietarios.

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