En total se fabricaron tres camionetas acondicionadas con todas las características para que el papa compartiera y disfrutara del cariño de todos los colombianos.

Cada uno de ellos tenía un detalle diferente, por ejemplo, el escudo del club de fútbol argentino San Lorenzo o la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.

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Sobre, qué pasará con estos vehículos, el ingeniero jefe de General Motors, Keyvan Rahmani, explicó que se quedarán con la Conferencia de Episcopal y podrían ser usados en otras visitas del sumo pontífice en países de América Latina.

“Nos encantaría que se vayan del país porque es una bandera del trabajo colombiano”, sostuvo Rahmani, citado por RCN Radio.

Pero, ¿qué hicieron en México con el papamóvil? Según el diario Proceso, de ese país, los vehículos fueron subastados y el precio inicial de remate fueron 8’500.000 pesos mexicanos, unos 1.390’000.000 de pesos colombianos.