Aunque tenía cerca de 65.000 millones de dólares en su cuenta bancaria y llegó a ser el cuarto hombre más rico del mundo, Kamprad siempre se destacó por ser modesto, humilde y sencillo, señaló el diario Clarín.
El empresario, quien falleció a los 91 años, fundó Ikea en 1943. En un principio vendía productos pequeños de papelería en modalidad de correo. Años más tarde, logró posicionarla entre las marcas más reconocidas de muebles y artículos para el hogar, gracias a sus precios económicos.
Su estilo de vida, poco habitual en un multimillonario, se basaba en no malgastar el dinero en cosas inútiles e innecesarias. Por eso, era habitual verlo usando el transporte público, viajando en clase económica y comprando productos a punto de caducar, agregó el rotativo argentino.
El impreso, de igual manera, recordó que el sueco aseguró en medio de una entrevista en 2013 que solo utilizaba ropa de segunda mano. “No llevo nada puesto que no haya sido comprado en un mercadillo”, dijo en aquella oportunidad.
“Derrochar recursos es un pecado mortal. Es uno de los mayores males de la humanidad. Hay que exprimir cada moneda”, manifestaba constantemente Kamprad, quien además tenía el lema: “ahorro y austeridad”.
Pese a que en un momento fue simpatizante del nazismo, lo cual calificó como “el peor error de su vida”, Ikea nunca se vio afectada y continúo siendo unas de las compañías más queridas de Suecia y Europa, enfatizó el diario Clarín.
La cadena de muebles, de acuerdo con la revista dinero, llegará a Colombia luego de que la grupo chileno Mallplaza adquiriera el centro comercial Calima, situado en Bogotá, por una suma aproximada a los 128 millones de dólares.
Ikea arribará al país a hacerle competencia a marcas especializadas en este mismo negocio (con varios años de trayectoria) como Tugó, Easy, Homecenter y Muebles & Accesorios.
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