Sin embargo, recientemente la crisis ha hecho más mella en la universidad, al punto de que en las últimas horas fueron cerradas, temporalmente, algunas de sus sedes en Bogotá por protestas de sus estudiantes, según CM&.

Sobre esto, la universidad se contactó con Pulzo y aseguró que no ha cerrado sus sedes en la capital. Además, admite su crisis económica y las deudas que tiene con los docentes; pero dice que se pondrá al día para seguir funcionando.

Una versión diferente la tienen varios profesores y estudiantes de la institución. Según ellos, los problemas no solo son económicos sino también educativos y algunos profesores afirman que 2 de las 6 sedes de la universidad ya se vendieron.

Sumado a esto, hay denuncias de que la institución les tiene represados los salarios a un buen número de profesores.

“Hay docentes que llevan 2 años y no les han pagado porque cuando se van, no les pagan. Les dicen que, cuando tengan la plata, les pagan, entonces están a las puertas de un montonón de demandas”, denunció un docente a ese noticiero.

Pero ahí no queda todo. Hay otra denuncia que indica que la universidad está ofreciendo carreras y programas que no están habilitados.

El artículo continúa abajo

La crisis de esta institución educativa no es nueva. En septiembre pasado, Andrés Patiño, vocero de la Veeduría de los estudiantes, dejó ver que ante la crisis económica no ha habido una reacción efectiva del Estado.

“En los cuatro años que llevan las directivas de la universidad, muchos estudiantes no conocen cuáles van a hacer sus planes de acción o qué han hecho en este tiempo para resolver la situación financiera. Desde el año pasado, muchos docentes han venido renunciando, no hay permanencia y lo que estamos pidiendo es que se nos garanticen las clases y el cronograma se respete”, denunció Patiño en esa época a Caracol Radio.

Este es el comunicado completo que emitió la Incca sobre los problemas que enfrenta:

“COMUNICADO A LA COMUNIDAD ACADÉMICA

Bogotá, 8 de marzo de 2019. – Ante las manifestaciones públicas de funcionarios de la Universidad INCCA de Colombia sobre la situación de iliquidez financiera que actualmente registra la institución, las directivas se permiten informar que:

  • La Universidad no ha cerrado ninguna de sus sedes ni tiene previsto hacerlo.
  • También se desmiente que haya vendido inmuebles y que se estén ofreciendo programas que no están habilitados, actualmente todos cuentan con registros oficiales.
  • Se rechaza que en el marco de las protestas actuales en la sedes se obstaculice el libre ingreso y salida de personas.
  • La institución comprende la preocupación de docentes, trabajadores, de estudiantes y sus familias ante la incertidumbre que este contexto pueda generarles, por esta razón, reitera el compromiso de garantizar la normalidad académica y el cumplimento del pago adeudado a todos los docentes y trabajadores, una vez se haga efectivo el plan de sostenibilidad.
  • Se ha reconocido ante las autoridades académicas, la comunidad universitaria y la opinión pública, la compleja situación que atraviesa la Universidad producto de una iliquidez financiera que data de décadas atrás y que se ha agudizado en los últimos años y ha generado dificultades en la operación y en el pago de salarios a docentes y a trabajadores de la institución.
  • Se respeta el derecho que tiene la comunidad académica a manifestar públicamente su preocupación y de nuevo expresa su voluntad y disposición en aras de normalizar la situación.
  • Se rechaza tajantemente que en el marco de estas manifestaciones públicas, miembros de SINTRAUNINCCA, de la comunidad de docentes y de estudiantes afirmen que “la corrupción en la actual administración” es el origen y la explicación de la iliquidez financiera que presenta la Universidad.
  • Estos señalamientos y especulaciones además de carecer de realidad y de fundamento legal, generan desinformación en la comunidad académica y buscan desestabilizar el clima de funcionamiento de la Universidad.
  • La Universidad durante meses ha estado bajo la rigurosa inspección del Ministerio de Educación Nacional, ha entregado toda la información solicitada para evidenciar lo anteriormente descrito y ha cumplido con el desarrollo de las acciones requeridas sin que, hasta el momento, en el marco de esta supervisión, se hayan detectado irregularidades que puedan ser calificadas de corrupción.
  • Actualmente se articula una estrategia de cambio organizacional y cultural que se adelanta para encaminar la Universidad hacia un proyecto estable y sostenible en los ámbitos académico, financiero y administrativo.
  • Aunque UNINCCA es una institución universitaria autónoma, en la definición de estas acciones, todas ellas, han sido puestas oportunamente en conocimiento del Ministerio de Educación Nacional para su evaluación y seguimiento. A continuación se enuncian algunas que son de conocimiento público:
  • a) venta de un inmueble de propiedad de la Universidad -que aún no se ha hecho efectiva-; b) readecuación de instalaciones físicas en pro de la racionalización y adecuación del uso de espacios; c) la implementación de una reforma estatutaria que moderniza las instituciones; d) implementación del control para mayor transparencia en la planeación y la ejecución de los recursos; e) implementación de una auditoría financiera independiente y especializada, ceñida a las leyes; f) actualización tecnológica y de archivos; entre otras, que se han adoptado para mitigar la crisis.
  • Adicionalmente la Universidad está continuamente trabajando en el mejoramiento de su oferta académica para lo cual, luego de un estudio de mercado, se solicitaron nuevos registros calificados.
  • De igual forma, se continúa evaluando internamente otro tipo de alternativas que permitan resolver la problemática y que también están a disposición de la inspección de las autoridades que regulan y vigilan la actividad académica.
  • Esta iliquidez financiera a su vez ha limitado el acceso a créditos bancarios y a otros tipos de financiación externa, situación que complejiza el panorama en un mercado cada vez más competitivo y saturado de ofertas de formación superior virtual. Sin duda, estas variables han impactado también en la disminución de la planta estudiantil de la Universidad, al pasar de tener 4500 estudiantes en 2014, a 1800 actualmente.
  • La Universidad continúa trabajando en generar espacios de conversación para hallar soluciones consensuadas.
  • Cada medida implementada está a disposición de revisión del Ministerio y de una rigurosa Revisoría Fiscal llevada a cabo por la reconocida firma Baker Tilly que audita a la Universidad, con el fin de garantizar la transparencia en cada uno de los procedimientos adoptados.
  • La institución espera en 2019 poder normalizar el pago adeudado a todos los trabajadores y docentes.
  • Las acciones tomadas por la Universidad buscan únicamente asegurar la fuente de trabajo a todos los docentes y demás trabajadores. Así como también garantizar que los alumnos puedan cursar sus semestres con normalidad. Es un compromiso que se ha manifestado directamente y que hoy públicamente se reitera.

Seguiremos trabajando por la recuperación del claustro académico y por garantizar su normal funcionamiento. También hacemos un llamado a la comunidad universitaria a informarse de forma responsable, sin hacer eco de versiones que distorsionan a la realidad.

UNIVERSIDAD INCCA DE COLOMBIA”